En el corazón de nuestro mundo digital se encuentra el concepto de almacenamiento digital. Es la práctica de guardar información digital en un espacio, ya sea en un dispositivo o en línea, del cual luego se puede recuperar. Cada vez que guarda un documento en su computadora, toma una foto con su teléfono inteligente o incluso transmite una película en línea, interactúa con algún tipo de almacenamiento digital.
El almacenamiento digital ha evolucionado de diversas formas a lo largo de los años, pero han surgido dos modelos principales: centralizado y descentralizado.
Almacenamiento centralizado: piense en esto como una biblioteca. Hay un edificio principal donde se almacenan todos los libros (datos). Esta biblioteca está gestionada por un grupo o entidad específica. Ellos deciden qué libros están en las estanterías y cuáles no. Si bien es eficiente (sabes exactamente dónde ir para conseguir un libro), tiene vulnerabilidades. Si la biblioteca cierra o tiene un problema, no podrá acceder a los libros.
Almacenamiento descentralizado: ahora imagine una ciudad donde todos comparten libros entre sí. En lugar de una biblioteca principal, cada casa tiene algunos libros y todos están dispuestos a prestarlos. Ésta es la esencia del almacenamiento descentralizado. Los datos no se almacenan en una ubicación principal, sino que se distribuyen en numerosos lugares o nodos. Esta distribución garantiza que incluso si un nodo enfrenta problemas, aún pueda recuperar sus datos de otro nodo.
El cambio hacia el almacenamiento descentralizado ofrece varias ventajas convincentes:
En el corazón de nuestro mundo digital se encuentra el concepto de almacenamiento digital. Es la práctica de guardar información digital en un espacio, ya sea en un dispositivo o en línea, del cual luego se puede recuperar. Cada vez que guarda un documento en su computadora, toma una foto con su teléfono inteligente o incluso transmite una película en línea, interactúa con algún tipo de almacenamiento digital.
El almacenamiento digital ha evolucionado de diversas formas a lo largo de los años, pero han surgido dos modelos principales: centralizado y descentralizado.
Almacenamiento centralizado: piense en esto como una biblioteca. Hay un edificio principal donde se almacenan todos los libros (datos). Esta biblioteca está gestionada por un grupo o entidad específica. Ellos deciden qué libros están en las estanterías y cuáles no. Si bien es eficiente (sabes exactamente dónde ir para conseguir un libro), tiene vulnerabilidades. Si la biblioteca cierra o tiene un problema, no podrá acceder a los libros.
Almacenamiento descentralizado: ahora imagine una ciudad donde todos comparten libros entre sí. En lugar de una biblioteca principal, cada casa tiene algunos libros y todos están dispuestos a prestarlos. Ésta es la esencia del almacenamiento descentralizado. Los datos no se almacenan en una ubicación principal, sino que se distribuyen en numerosos lugares o nodos. Esta distribución garantiza que incluso si un nodo enfrenta problemas, aún pueda recuperar sus datos de otro nodo.
El cambio hacia el almacenamiento descentralizado ofrece varias ventajas convincentes: