La mayoría de edad de Ethereum: por un lado, una recaudación de rentas agresiva; por otro, romper barreras y expandirse a nuevas dimensiones.

Escrito por: Oliver, Mars Finance

Los datos a veces engañan, especialmente cuando la base es extremadamente pequeña. Pero la tendencia detrás de los datos nunca miente.

El 4 de diciembre, en las 24 horas posteriores a la implementación oficial de la actualización Fusaka de Ethereum, apareció en la cadena una señal suficiente para asustar a los ajenos y hacer reflexionar a los expertos: la Blob Base Fee (tarifa base del blob) se disparó en línea recta desde el 1 wei original hasta alrededor de 15 millones de wei, alcanzando un máximo cercano a los 20 millones de wei.

Un aumento de 15 millones de veces.

En los mercados financieros tradicionales, un aumento de costes de esta magnitud suele significar hiperinflación o colapso del sistema. Pero en el mundo cripto, esto es un regreso tardío al valor, e incluso podría decirse que es una “corrección”.

Si la anterior actualización Dencun fue un “descuento subvencionado” de Ethereum para retener a las L2, tras la actualización Fusaka, Ethereum finalmente se ha quitado la máscara de amabilidad y ha comenzado a hacer cuentas como un banco comercial maduro. Esto no es sólo un ajuste de parámetros técnicos, sino una “doble ofensiva” cuidadosamente planeada: en el lado B, pone fin al almuerzo gratis de las L2 e inicia una brutal selección natural; en el lado C, al hacer compatible el estándar de hardware general, activa silenciosamente los cientos de millones de potenciales carteras hardware dormidas en tu bolsillo.

Fin de la tragedia de los comunes: de “gratis” a “de pago”

Este aumento de 15 millones de veces se debe a que el precio anterior era, en sí mismo, incorrecto.

Antes de la implementación de Fusaka, el mercado de blobs estaba en un estado de precios extremadamente primitivo: carecía de un mecanismo de precio mínimo. Mientras la red no estuviera completamente congestionada, el coste para que una L2 enviara datos a la red principal era solo de 1 wei (aproximadamente 0,000000001 Gwei).

Este absurdo mecanismo de precios condujo a la típica “tragedia de los comunes”: los nodos de la red principal de Ethereum asumían costes físicos reales de almacenamiento, ancho de banda y verificación de pruebas KZG (potencia de cálculo y electricidad), pero recibían casi ninguna recompensa. Para ahorrar costes, las L2 metían todos los datos posibles (incluyendo grandes cantidades de transacciones basura y datos inflados artificialmente) en los blobs, ya que prácticamente no costaba nada. L1, en esencia, subvencionaba el crecimiento salvaje de las L2.

La propuesta central EIP-7918 de la actualización Fusaka es, en esencia, una orden administrativa que establece un “salario mínimo” insuperable para el recurso blob.

Según las nuevas reglas algorítmicas, la Blob Base Fee ya no puede caer hasta el polvo, sino que queda anclada obligatoriamente a 1/15,258 de la Base Fee de la capa de ejecución L1. Es un diseño muy inteligente: vincula el precio del blob a la verdadera actividad (y valor) de la red principal de Ethereum.

Esto explica perfectamente el asombroso aumento: el precio anterior no sólo era barato, sino insosteniblemente gratuito. El precio actual (alrededor de 0,01-0,5 Gwei) sigue siendo bajo, pero suficiente para cubrir los costes físicos de los nodos y frenar eficazmente el abuso de datos basura.

Para el modelo económico de ETH, esto es la última pieza del puzzle.

En el pasado, los inversores criticaban que las L2 “chupaban la sangre” de Ethereum—se llevaban el volumen de transacciones pero aportaban muy poco a la quema. Con la implementación del EIP-7918, las tarifas vuelven a la racionalidad y, junto con el futuro crecimiento exponencial del volumen de transacciones de las L2, los blobs pasarán de ser una simple herramienta de escalabilidad a un nuevo motor deflacionario para ETH. Según cálculos de Bitwise y otras entidades, este mecanismo podría contribuir entre el 30% y el 50% de la quema total de ETH en 2026. Es una enorme fuente de ingresos invisible que está pasando del balance de las L2 de vuelta a los bolsillos de los holders de ETH.

Adiós a la era de los “bebés gigantes”: el ultimátum de Vitalik

Más allá de los cálculos económicos, la actualización Fusaka implica una señal política más profunda: Ethereum está retirando su trato indulgente hacia las L2.

En los últimos dos años, Ethereum ha adoptado una estrategia de “cien flores floreciendo” para las L2. Mientras fueras un Rollup, te proporcionaba espacio en bloque extremadamente barato. Esta tolerancia provocó que el sector L2 se llenara de proyectos mediocres—innumerables equipos forkeaban el código y utilizaban secuenciadores centralizados, lanzando tokens bajo el pretexto de “escalabilidad”, pero permaneciendo largo tiempo en la “Stage 0” definida por Vitalik (es decir, seguridad totalmente dependiente de multisig de los desarrolladores en vez de lógica de código, lo que se denomina “andar en bici con ruedines”).

En la víspera de la actualización Fusaka, Vitalik Buterin ya había cambiado sutil pero decisivamente su discurso. Marcó la línea: si una L2 no alcanza pronto la “Stage 1” (es decir, dispone de pruebas de fraude o validez efectivas y sin permiso), no merece ser llamada Rollup.

El aumento de las tarifas de blob en Fusaka significa que L1 ya no está dispuesto a pagar la cuenta de estas L2 de baja calidad.

Esto significa que 2025 será el año de la “batalla campal” de las L2. Las que no tengan usuarios reales ni ingresos reales y dependan solo del capital riesgo para sobrevivir, las “L2 zombis”, se enfrentarán a un doble golpe:

Costes: El aumento de la tarifa blob dispara los costes operativos, imposibilitando simular prosperidad mediante transacciones artificiales.

Narrativa: A medida que la Fundación Ethereum estreche la definición, se les privará de la etiqueta legítima de “Layer 2”.

El futuro está claro: solo las L2 con tecnología sólida y ecosistemas reales sobrevivirán; el resto será aplastado por la rueda de la historia.

Caballo de Troya: iPhone activado y carteras hardware degradadas

Si el EIP-7918 está diseñado para que Ethereum gane más dinero, el EIP-7951 está diseñado para que Ethereum tenga más usuarios.

Durante mucho tiempo, la adopción masiva de Web3 ha enfrentado un incómodo dilema:

Si quieres seguridad: tienes que gastar cientos de dólares en un hardware wallet como Ledger o OneKey, y guardar la frase semilla como si fueran códigos nucleares.

Si quieres comodidad: tienes que custodiar tus activos en un exchange centralizado, siempre temiendo que el próximo FTX estalle.

De hecho, todos llevamos un hardware wallet de primer nivel en el bolsillo. Tanto el Secure Enclave de iPhone como el TrustZone de Android tienen chips de seguridad de grado militar (TEE). Estos chips no son menos seguros que cualquier cold wallet del mercado.

El problema es que estos chips utilizan la curva algorítmica secp256r1 del estándar NIST, mientras que Ethereum (heredado de Bitcoin) usa secp256k1. Esa pequeña diferencia de una letra supone una brecha matemática insalvable: el chip del móvil y Ethereum “no hablan el mismo idioma” y no pueden firmar directamente.

La actualización Fusaka introduce, mediante EIP-7951, un contrato precompilado, abriendo un “carril verde” en la base de la EVM. Ahora, los desarrolladores solo tienen que pagar 6900 Gas para verificar de forma nativa la firma r1 del chip del móvil.

El impacto de este cambio es nuclear, ya que redefine por completo la lógica de producto de las wallets: los usuarios del futuro ya no necesitarán saber qué es una clave privada ni sufrir la presión de anotar 12 palabras. Solo tendrán que, igual que al comprar un café, hacerse un reconocimiento facial o poner el dedo, y el chip seguro del iPhone firmará la transacción. Esto aporta el aislamiento físico de seguridad de hardware (la clave privada nunca sale del chip) y una experiencia fluida de nivel Web2.

Para empresas como Ledger, esto puede ser un golpe devastador; pero para el ecosistema Ethereum, es la única vía para conectar sin fricción a mil millones de nuevos usuarios a la cadena.

El fin de la fragmentación y el destino B2B del “Imperio Ethereum”

Además de lo anterior, la actualización Fusaka insinúa la confirmación del destino final de Ethereum: la completa B2B-ización.

La actual ecología de Ethereum se parece mucho a la Europa del siglo XIX: cientos de L2 como pequeños principados, todos rindiendo homenaje a Ethereum como casa real, pero con liquidez fragmentada y una experiencia de usuario muy pobre.

Para resolver esto, la comunidad está promoviendo los “Based Rollups” (Rollups basados en el ordenamiento de L1). A diferencia de las L2 actuales (con su propio secuenciador, actuando como reinos independientes), los Based Rollups devuelven el poder de ordenar transacciones a los validadores de Ethereum L1.

Es una estrategia muy audaz para “recortar poder a los virreyes”. Significa que las L2 ya no serán redes independientes y cerradas, sino extensiones directas de Ethereum L1.

Junto con la nueva estructura de costes tras Fusaka, en el futuro Ethereum L1 evolucionará hacia una “capa de liquidación global” pura. Sus clientes directos serán sólo dos tipos:

Redes L2: Mayoristas, que compran espacio en bloque (Blob) a L1 y lo venden al por menor a los usuarios.

Instituciones financieras y grandes ballenas: Utilizando la seguridad de hardware que aporta EIP-7951 para la liquidación final de grandes activos.

Este es el “rito de madurez” de Ethereum: deja de ser un experimento geek que sacrifica la lógica comercial por la descentralización extrema, y se convierte en un imperio financiero digital jerárquico, bien organizado y que empieza a cobrar fuertes rentas.

Guía de supervivencia para inversores (Investor Survival Guide)

Ante los grandes cambios que trae la actualización Fusaka, los inversores comunes no pueden quedarse solo como espectadores. Las reglas del mercado han cambiado y tu estrategia de inversión debe evolucionar.

  1. Consejos para los “hodlers acérrimos” de ETH: regresa la lógica deflacionaria, pero cuidado con la narrativa trampa de las L2

Aspectos positivos: El aumento de la tarifa blob es claramente alcista. Significa que la quema de ETH ya no depende solo del alto gas en L1; por primera vez, la prosperidad de las L2 se traduce en motor deflacionario para ETH. A largo plazo, ETH está pasando de ser un “token de gobernanza” a “suelo base de Internet”, con una rentabilidad por alquiler en aumento.

Riesgos: Cuidado con la nueva versión de la “teoría vampiro de las L2”. Aunque L1 empieza a cobrar renta, si muchas L2 falsas crean prosperidad falsa, sigue siendo insostenible.

Estrategia: Presta especial atención al ratio ETH/BTC. Fusaka ha corregido los fundamentos de Ethereum. Si eres inversor de largo plazo, es hora de revalorar el valor de ETH en cartera, especialmente mientras el mercado sigue con la narrativa del “Solana killer”, Ethereum está construyendo su foso defensivo.

  1. Consejos para inversores de L2: se acerca una gran limpieza, aplica estos criterios para “autopsia”

Los tokens L2 que tienes pueden ir a cero. Examina tus posiciones con estos tres criterios:

Criterio A: ¿Cumple Stage 1? Consulta los datos en L2Beat. Si no tiene pruebas de fraude/validez efectivas y sin permiso, y el equipo no tiene hoja de ruta clara, aunque tenga grandes VC detrás, evítalo. Vitalik ha agotado su paciencia, el mercado también lo hará.

Criterio B: ¿Tiene ingresos reales? Tras el aumento de la tarifa blob, si la L2 sigue dependiendo de subsidios para mantener precios bajos y no tiene verdaderos ingresos DeFi o GameFi, su quiebra es solo cuestión de tiempo. Busca proyectos con flujo de caja positivo (Ingresos de Sequencer > Coste de datos).

Criterio C: ¿Soporta Based o interoperabilidad? No hay futuro para las islas. Si una L2 sigue con ecosistemas cerrados y no soporta swaps atómicos entre cadenas o secuenciadores compartidos, quedará marginada.

Conclusión: Deshazte de las “cadenas ensambladas” que solo lanzan tokens sin propósito, y concentra tus posiciones en protocolos líderes con barreras tecnológicas y ecosistema real como OP, ARB, Base, ZKSync.

  1. Consejos para interactuadores y “airdrop hunters”: suben los costes, mejora la experiencia

Mala noticia: Con el mecanismo de precio mínimo de la tarifa blob, el coste de interactuar en L2 (gas fee) puede subir ligeramente y ser más volátil. Los días de hacer decenas de miles de transacciones por 0,001 USDT han terminado.

Buena noticia: Las wallets de abstracción de cuentas (AA) van a despegar. Presta mucha atención a las nuevas wallets que soporten EIP-7951 (secp256r1).

Estrategia:

Defensiva: Cuando el gas en L2 suba (normalmente cuando la red principal esté congestionada), evita interacciones innecesarias.

Ofensiva: Prueba activamente y haz “apuestas” en proyectos de wallets inteligentes basadas en Passkey (biometría). No solo mejora la experiencia, sino que puede ser la próxima mina de oro para airdrops en el sector AA. Los futuros criterios de airdrop probablemente favorezcan a los usuarios reales que usen wallets AA, filtrando a los bots.

La actualización Fusaka es una línea divisoria de aguas en el mundo cripto. Nos dice: se acabó la comida gratis, empieza la compatibilidad técnica, llega la limpieza del sector. Solo quienes entiendan la lógica subyacente podrán mantenerse firmes en la próxima ola.

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