#ETH巨鲸增持 El viejo Zhang bebió de más ayer y, de repente, empezó a hablarme de aquello que pasó hace cinco años.
En 2019, se jugó los 120.000 yuanes que había ahorrado durante tres años para comprarse un coche, apostándolo todo al Bitcoin. Por entonces, el precio rondaba los 18.000; lo había calculado incontables veces: si subía a 50.000, tendría coche; si llegaba a 100.000, tendría para la entrada.
Quién iba a imaginar que dos años después llegaría directo a 4.000.000.
Probó el Romanée-Conti de esa tienda en el Bund. En ese momento, de verdad sentía que era uno de los elegidos: el niño mimado