Las inversiones en metales preciosos requieren precaución, especialmente en productos como la plata.

¿Pero por qué digo esto? Empecemos por los fundamentos. La reserva mundial de plata en realidad es mucho mayor que la del oro, lo que afecta directamente su prima por escasez. Pero precisamente esta característica hace que la volatilidad de la plata sea mucho mayor que la del oro.

Veamos la liquidez. El oro, como un medio de almacenamiento de valor con una larga historia, tiene un reconocimiento global alto y canales de liquidación múltiples y convenientes. Aunque la plata tiene un uso industrial amplio, su aceptación como categoría de activo es claramente insuficiente, y a menudo se vende con descuento.

Lo más importante es el efecto de apalancamiento. El precio de la plata es esencialmente como un oro amplificado: su volatilidad es varias veces la del oro. Si además se añade un apalancamiento de varias veces en futuros, el riesgo se vuelve exponencial. He comerciado metales preciosos durante años, y la lección de la última ronda de futuros de plata fue profunda: de 10 yuanes a 2.7 yuanes, algunos inversores agresivos fueron liquidado directamente por el broker.

Si realmente quieres asignar activos en metales preciosos, la inversión periódica en oro físico quizás sea una estrategia más segura. Evita la alta volatilidad de la plata y mantiene el riesgo dentro de un rango soportable. Esa es la forma correcta de hacer una asignación de activos a largo plazo.