Las instituciones financieras internacionales están siguiendo de cerca el impulso económico de El Salvador. El país está superando las previsiones de crecimiento, con una expansión del PIB que probablemente alcanzará alrededor del 4% hasta 2025, impulsada por flujos robustos de inversión extranjera y entradas constantes de remesas. Mientras tanto, las discusiones sobre la iniciativa de Bitcoin de la nación siguen activas, con énfasis en tres pilares críticos: transparencia operativa, protección de los activos del tesoro público y protocolos de gestión de riesgos integrales. Estas medidas señalan un enfoque en maduración hacia la integración de criptomonedas a nivel soberano.