Los sistemas financieros tradicionales lucharán con fuerza para evitar que el dinero salga. Hablamos de impuestos de salida cuando intentas mudarte, la tributación basada en la ciudadanía que te sigue a todas partes, la lista negra de ciertas jurisdicciones, el uso de los bancos como armas para bloquear transferencias. Incluso promoverán la "armonización fiscal" a nivel mundial, palabras elegantes para asegurarse de que no puedas escapar en ningún lugar.

Pero aquí está lo importante: eso no funcionará. No se puede detener lo que ya está en marcha.

De todas formas, seguirán intentándolo. ¿Y quién termina siendo perjudicado? Las pocas personas que todavía están atrapadas en el sistema, pagando la factura por todos los que ya se fueron.

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