El artículo ofrece una exploración en profundidad de las perspectivas de aplicación de los agentes de inteligencia artificial en campos como la salud, la conducción autónoma y las finanzas. Destaca las ventajas de utilizar contratos inteligentes como directrices de comportamiento, enfatizando características como la descentralización, la inmutabilidad y la trazabilidad. Al mismo tiempo, el autor analiza objetivamente los desafíos que enfrenta esta combinación tecnológica, incluidos problemas de seguridad, limitaciones de escalabilidad, responsabilidad ética y controversias de privacidad, mientras advierte sobre el potencial de exacerbar la desigualdad social.