El 6 de marzo, el ex presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo que la reciente aceleración de la inflación experimentada por el mundo puede dificultar que los países controlen los precios en el futuro. Bernanke insinuó que los gobernadores del Banco Central podrían ser más cautelosos a la hora de permitir que los precios vuelvan a subir. Cita investigaciones que muestran que los responsables de la política monetaria de la Fed en los años 70 del siglo XX, una época en la que la economía se vio afectada por los precios del petróleo, eran "generalmente más agresivos que los jóvenes". En su declaración preparada, Bernanke indicó que la lección clave aprendida de la última ronda de inflación es que la comunicación del Banco Central debería dar más peso a la posibilidad de que el resultado podría ser muy diferente del pronóstico más probable, y que si la realidad difiere del pronóstico, la política monetaria responderá adecuadamente. Una mejor estrategia de comunicación podría ser que la Fed declarara que su escenario base prevé una inflación transitoria.