Por qué importa la criptografía: El problema real no es la tecnología, sino la fricción. ¿Pagos transfronterizos a través de la banca tradicional? Lentos, caros y burocráticos. Todos los que han intentado enviar dinero internacionalmente conocen el dolor: esperar días para la liquidación, ser cobrado por intermediarios, lidiar con retrasos en el cumplimiento en cada paso.

La criptografía elimina esa carga innecesaria. La liquidación ocurre en minutos, no en semanas. Sin intermediarios que tomen comisiones. Sin restricciones arbitrarias sobre quién puede enviar qué y a dónde. Eso no es publicidad engañosa, sino la solución a un problema real que enfrentan miles de millones de personas cada día. La brecha entre lo que ofrece la banca y lo que realmente se necesita es exactamente donde la criptografía crea un valor real.