Desde mediados de noviembre hasta ahora, la amplitud de BTC se ha estrechado notablemente, y las tres fases de fondo aún no han creado un nuevo mínimo, lo cual es una señal que merece ser analizada.

Desde el aspecto técnico, actualmente estamos en la fase de rebote de la ola B en el marco semanal, la primera resistencia se sitúa cerca de 94,500, y se espera que el espacio de rebote extremo esté entre 97,000 y 100,000. Pero a nivel más amplio, el MACD en el marco mensual ya ha cruzado a la baja en una posición de alta, lo que revela una información poco optimista — la tendencia bajista dominará durante todo el próximo año, y probablemente se pruebe el soporte clave de 80,000 dólares.

En pocas palabras, ahora hay algunas voces que promueven que el próximo año se alcanzarán los 200,000 o 300,000, pero estas predicciones son demasiado optimistas. Los amigos que apoyan estas ideas deberían bloquear esas cuentas que hacen predicciones para evitar ser llevados por el ritmo del mercado. Sin duda, BTC podrá alcanzar esas alturas en el futuro, pero el cronograma no será el próximo año.

Lo interesante es que, en el mercado actual, los activos más resistentes a la caída son el oro y la plata. El oro podría alcanzar los 5,000 dólares el próximo año, y si se opera con software de cuantificación, la estabilidad y los beneficios son bastante buenos.

El entorno actual no es fácil, la situación geopolítica y las fluctuaciones globales no muestran señales de cambio a corto plazo, y en momentos de mercado bajista en las criptomonedas, mantener posiciones no tiene mucho sentido. Operar en contra de la tendencia solo aumentará las pérdidas, por lo que es mejor aprovechar para ajustar la estrategia, considerar asignar algunos fondos en oro físico, o si estás interesado en el mercado de divisas y oro, también puedes diversificar en esos campos.