Según las últimas actas de la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto del 9-10 de diciembre, los funcionarios de la Reserva Federal tienen una divergencia significativa en un tema central: ¿la inflación o el desempleo son actualmente la mayor amenaza para la economía estadounidense?

Por lo que se puede ver en las actas, aunque la mayoría de los funcionarios están de acuerdo en que, siempre que la inflación siga bajando, sería razonable reducir las tasas de interés, la cuestión es: ¿cuándo reducirlas? ¿Cuánto? En estos dos aspectos, las opiniones en la toma de decisiones comienzan a divergir.

Lo interesante es que algunos funcionarios que prefieren mantener las tasas sin cambios creen que los datos laborales y de inflación que se publicarán en las próximas reuniones serán clave para determinar si realmente es necesario reducir las tasas. En otras palabras, mantienen una actitud de observación. Esta indecisión también ha impulsado indirectamente las expectativas del mercado de que la Reserva Federal mantendrá las tasas en la reunión de enero.

Según los datos de noviembre, la tasa de desempleo subió a 4.6%, alcanzando su nivel más alto desde 2021, lo que claramente respalda a los que abogan por una reducción de tasas. Al mismo tiempo, la inflación de los precios al consumidor también fue menor de lo esperado. En teoría, estos dos conjuntos de datos deberían haber disipado las diferencias internas, pero en realidad, ¿lo hicieron? Casi no.

En definitiva, la Reserva Federal ahora parece estar atrapada entre dos fuerzas opuestas: por un lado, la presión constante por los costos laborales elevados, y por otro, la preocupación de que la inflación aún no se ha estabilizado por completo. En este estado, nadie puede predecir cuánto espacio habrá para futuros ajustes de política. Para el mundo de las criptomonedas, esta incertidumbre suele significar volatilidad.