Esto es una mina de oro para los actores malintencionados. Con el reciente aumento en la adopción y el bombo en torno a la tecnología blockchain, los estafadores están perfeccionando sus herramientas y diseñando esquemas cada vez más sofisticados. La ventana de oportunidad para el fraude está completamente abierta: proyectos falsos, ataques de phishing, estafas de suplantación, lo que sea. Sin la debida diligencia y conciencia de seguridad, los inversores minoristas están en una situación vulnerable. El espacio necesita barreras más estrictas y vigilancia comunitaria para combatir esta creciente marea de engaños.