¿No tienes más de diez mil en fondos? Deja de lado esas operaciones complejas con derivados. Hoy comparto la vía más sencilla y que más puede mantenerse viva: sin liquidaciones forzadas, y haciendo que el capital principal crezca de forma estable.

Muchos han llegado de cinco cifras a siete, y en realidad solo son cuatro acciones. Cuanto más simple, más fácil es mantenerla.

**Qué mirar para entrar**

Cruce dorado en el MACD diario, especialmente por encima de la línea cero. Esto indica que el mercado ya se ha fortalecido, más confiable que cualquier rumor. No te dejes llevar por los "pronto a explotar" en el grupo, las señales técnicas son la línea de defensa de los minoristas.

**Cómo mantener la posición**

Solo con una línea: la media móvil diaria. Cuando el precio está por encima, mantén firme; si rompe, sal. La idea de "esperar un poco más" es la más peligrosa, si no tienes disciplina, te sacarán rápidamente.

**Cuándo actuar**

La resonancia entre volumen y precio es la verdadera oportunidad. Cuando el precio supera la media móvil, el volumen también debe aumentar. Vende en partes: si sube un 40%, reduce la mitad; si llega a un 80%, liquida lo restante; si rompe la media móvil, sal toda.

**Stop-loss sin discusión**

Si cierra por debajo de la media móvil, sal en la apertura del día siguiente. Un solo golpe de suerte puede arruinar todo el mes de ganancias; perder la oportunidad siempre es mejor que liquidarse.

**Por qué este método antiguo sigue funcionando**

Las reglas bloquean la codicia y el miedo, y lo que ganas es por disciplina. Solo operas en tendencias claras, evitando automáticamente el 80% de las fluctuaciones inútiles. Ganancias pequeñas repetidas, el interés compuesto se acumula lentamente, y el capital principal puede realmente crecer.

El mercado nunca carece de oportunidades. Pero si ni siquiera puedes seguir las reglas básicas, muchas oportunidades solo serán trampas disfrazadas.

Para que los fondos pequeños puedan recuperarse, primero debes dejar de soñar con hacerte rico de la noche a la mañana. Practica este método hasta que sea una reacción instintiva, y entenderás que —en realidad— lo más rápido es lo más lento.