Ha surgido una pregunta que muchas personas han mencionado últimamente: ¿APRO todavía puede mantenerse en pie sin recompensas de tokens?

La verdad es que esta cuestión es bastante precisa. También es la prueba que tarde o temprano deben afrontar todos los proyectos "centrados en el producto".

¿La mayoría de los proyectos DeFi? No pueden resistir una pregunta así. Al abrir los libros blancos y los modelos económicos de esos proyectos, la respuesta suele ser muy frustrante: sin recompensas, los usuarios se dispersan de inmediato. Porque para ellos, la recompensa en tokens no es solo un atractivo, sino incluso la razón de ser de todo.

APRO es un poco diferente.

Desde el principio, el diseño de este proyecto no consideró las recompensas en tokens como una "pared de soporte". Claro que las recompensas son buenas, pero no son la clave que sostiene todo el sistema. Lo que realmente lo respalda es una necesidad real que existe incluso sin incentivos: cómo gestionar los activos en la cadena de forma más sencilla y controlada.

¿Por qué los proyectos DeFi tradicionales dependen tanto de las recompensas? En pocas palabras, usan un APY alto para compensar la insatisfacción. Los productos son complicados de usar, los riesgos son difíciles de entender, hay que operar con frecuencia y el consumo de atención es alto. Esos altos rendimientos, en esencia, están pagando por tu ansiedad y por estar atento al mercado. Cuando el dinero deja de fluir, la gente se dispersa.

APRO sigue un camino diferente. No busca atraer a la gente primero con recompensas, sino resolver primero problemas reales. Esa es la base para mantener a los usuarios a largo plazo.