Ayer en la madrugada, Bitcoin de repente se desplomó, dejando a muchos completamente atónitos—¿otra vez ha caído? Y además, tan rápidamente. En realidad, si se analiza más allá de la superficie, la lógica central se reduce a dos puntos. Si los entiendes, no volverás a quedar atrapado.

Primero, la causa más directa: ¡la subasta de bonos del Tesoro de EE. UU. está "sacando sangre" a lo loco! Ahora mismo, el gobierno está en cierre, y la cuenta general del Tesoro ya está agotada. Aunque la Reserva Federal intenta inyectar algo de liquidez desde los bancos, la capacidad de absorción del "agujero negro" del mercado de bonos es mucho mayor de lo esperado. En esta ronda de subastas de bonos a 3 y 6 meses, con un volumen nominal de 1630 mil millones, se vendieron en realidad 1706.9 mil millones. Tras descontar la reinversión por parte de la Fed, equivale a retirar directamente 1630 mil millones del mercado financiero. Puede que en otro momento no sea tan relevante, pero ahora, en un ciclo de contracción del mercado, retirar una cantidad tan grande de fondos hace que los activos de riesgo se vuelvan insostenibles. La caída de Bitcoin? Es la reacción más directa a la salida de fondos.

Otra causa que golpea: las señales hawkish que envía la Reserva Federal. La reciente intervención de Goolsbee continúa transmitiendo una postura dura, eliminando directamente las expectativas del mercado de una bajada de tipos en diciembre. La probabilidad de recorte de tasas cayó de casi 70% a un nivel mucho más bajo. Hay que entender que las expectativas de recorte de tasas son como un "refuerzo" para los activos de riesgo. Cuando esas expectativas se debilitan, el ánimo del mercado se enfría instantáneamente, y la presión aumenta rápidamente.

La liquidez apretada y el enfriamiento del ánimo, combinados, ¿hasta dónde puede llegar la recuperación de los activos de riesgo? Bitcoin es el primero en la línea. Cuando predomina el pesimismo, la ola de ventas empieza a intensificarse, y la caída se acelera.

Pero tampoco hay que entrar en pánico excesivo; el camino para salir de esta situación está bastante claro. Cuando el gobierno vuelva a funcionar, la reposición de fondos en la cuenta del Tesoro liberará liquidez; si la Fed reduce la intensidad de las operaciones de recompra nocturna, la liquidez a corto plazo también mejorará. El ciclo de liquidez es como las estaciones del año: el invierno siempre pasa. La clave para los inversores es entender la dirección de la tendencia de la liquidez. En lugar de obsesionarse con las subidas y bajadas del gráfico, es mejor captar la verdadera situación del mercado de liquidez—porque en los días en que parece que no hay salida, a menudo se esconden las mayores oportunidades.