Los grandes jugadores nunca descansan, sus cuentas solo reconocen negocios. La temporada navideña ha llegado, pero los principales gestores de activos del mundo no están ociosos: el día de Nochebuena protagonizaron una gran operación de transferencia de activos criptográficos por 2.3 mil millones de dólares.

Los datos de blockchain son claros: el 24 de diciembre, esta institución depositó en una plataforma de custodia 2292 bitcoins (aproximadamente 2 mil millones de dólares) y 9976 ethers (unos 30 millones de dólares). Solo unas horas después, volvieron a recomprar parte de esas posiciones. Esta operación explotó instantáneamente, y los rumores en el círculo no dejan de volar: ¿será que la ballena gigante está huyendo? ¿O es una señal de que se aproxima otra ola alcista?

**No te compliques, los detalles son lo que realmente importa**

Primero hay que entender qué fue exactamente esa transacción. No se trata de un pánico de inversores minoristas huyendo, sino de una operación de liquidez a nivel institucional.

Las reglas del juego de los ETF de contado son así: como emisor, necesitas a través de un participante autorizado gestionar la creación y redención del fondo. ¿Los inversores quieren redimir el ETF? Entonces, envían los bitcoins o ethers correspondientes al participante, y reciben en cambio dinero en efectivo; al contrario, cuando entra dinero nuevo, el proceso se invierte. Esto en Wall Street ya es algo muy común, pero en el mundo cripto todavía es una lógica operativa relativamente desconocida.

¿El punto clave? Esta institución ahora posee aproximadamente 775,000 bitcoins, con un valor cercano a 80 mil millones de dólares. Con esa escala, una transferencia de 2.3 mil millones de dólares no es más que un ajuste de posición cotidiano.