Este ciclo de mercado se siente como si le hubieran tomado el pulso, siempre en suspenso. El dumping alrededor de las 11 de la mañana se ha convertido en una acción habitual, ya no hay posiciones en largo, incluso aquellos que se mantenían firmes han comenzado a tambalearse.

Mira, la situación actual es que cada vez que hay un movimiento en el mercado de valores de EE. UU., se produce un dumping, y aquí seguimos con la caída. Incluso El Salvador ha detenido su plan de reservas de Bitcoin, qué señales tan dolorosas.

Lo peor es que la liquidez se ha secado. La volatilidad ha torturado a todos: los que tienen posiciones están preocupados por la continua caída, y los que están fuera del mercado no pueden encontrar un punto de entrada. Ya no hay compradores en el mercado, y las situaciones de compra y venta son cada vez más raras; todo el ecosistema de trading se está contrayendo.

¿Cuánto tiempo puede durar este estancamiento? Nadie lo sabe.