Trump ha vuelto a presionar en temas de tasas de interés. Ha declarado públicamente que espera que la tasa de fondos federales baje a 1% o incluso menos en un año, y esta declaración ha generado bastante discusión en los círculos de criptomonedas y finanzas macroeconómicas.

La razón por la que quiere una bajada de tasas tan urgente es bastante sencilla: la deuda pública de EE. UU. ya supera los 38 billones de dólares, y las altas tasas elevan los costos de financiamiento del gobierno. Él cree que tasas bajas no solo aliviarían la presión de la deuda, sino que también estimularían el crecimiento económico, promoverían el préstamo y, de paso, impulsarían hacia arriba activos de riesgo como el mercado de acciones y Bitcoin. Incluso ha enfatizado que el próximo presidente de la Reserva Federal debería seguir su consejo, afirmando que las tasas en EE. UU. deberían ser las más bajas del mundo.

Pero la realidad está bastante alejada de su idea. El 10 de diciembre, la Reserva Federal bajó 25 puntos básicos, estableciendo el rango objetivo de la tasa de fondos federales en 3.5%-3.75%, ya siendo la tercera bajada en lo que va de año. Sin embargo, el gráfico de puntos de la Fed indica que en 2026 y 2027 probablemente solo bajarán una vez cada uno, y al final podrían quedarse en torno al 3.4% y 3.1%. Este ritmo dista mucho de la agresividad que Trump desea.

Por su parte, Powell sigue insistiendo en la independencia de la política de la Fed, y hay desacuerdos internos. La postura de Trump respecto a esta bajada de tasas es muy clara: considera que el recorte fue demasiado pequeño y que podría haber sido más contundente. Además, en privado, apoya a figuras dovish como Kevin Warsh o Harker para reemplazar a Powell (que tiene mandato hasta mayo de 2026). Parece que la "batalla" por las bajadas de tasas aún no ha terminado.