La reciente evolución de la moneda pippin es realmente difícil de entender y, al mismo tiempo, muy clara. La forma en que los market makers manipulan el mercado es realmente repugnante: cada vez que tiran el precio, lo hacen de tal manera que pone nervioso a cualquiera, y luego, de repente, lo suben de nuevo, cosechando beneficios una y otra vez. Pero cuanto más se ven estas maniobras, más claro está que el verdadero colapso no está lejos.

Si lo piensas, desde el suelo ya ha subido cerca de un 10.000%, y en teoría, en este tipo de mercados, las altcoins pueden llegar a ofrecer un beneficio de hasta 100 veces. Pero el problema es que, aparte del propio equipo del proyecto y los market makers, los inversores minoristas no pueden mantener sus posiciones. Ahora se nota claramente que la entrada de capital no es tan fuerte como antes, y lo más probable es que aún quede un último pico para exprimir al máximo antes de que comience la caída.

Mi opinión personal es que, en estos niveles, abrir cortos en los rebotes es una opción más segura. Esperemos a ver el espectáculo, lo que tenga que pasar, pasará.