Las reglas del mercado han cambiado, hay que aceptar esta realidad.

¿El cambio más evidente de los últimos dos años? El dinero institucional ha entrado a lo grande, y todo el mercado se ha vuelto tan maduro que cuesta reconocerlo. Como minorista, ¿quieres hacerte multimillonario con Bitcoin? Despierta, esa época ya pasó.

En 2018 compré BTC a 6.000 dólares y obtuve un rendimiento de 20 veces. ¿Y ahora? Para volver a multiplicar por 20, el precio tendría que dispararse hasta 1.800.000 dólares. ¿Cuántos años harían falta? Sinceramente, no creo que ni ocho años sean suficientes.

Las cifras hablan por sí solas: BTC ya no es aquella pequeña criptomoneda capaz de subir de forma descontrolada. Pero eso no significa que no tenga valor; al contrario, ahora se parece más a una herramienta fiable para almacenar valor, y la demanda sigue ahí.

La desventaja es obvia: ya no puedes meter unos pocos miles en el activo más seguro y esperar hacerte rico de la noche a la mañana. ¿La ventaja? Al menos ya no tienes que vivir con el corazón en un puño todos los días. ¿Recuerdas marzo de 2020? Una caída del 40% en un solo día. Si ahora BTC cayera a 54.000 dólares en un día... solo imagínatelo.

En resumen, el juego no ha terminado, solo han cambiado las reglas. Si quieres ganar dinero que te cambie la vida, quizá debas mirar otros activos; si prefieres una asignación estable, BTC sigue siendo una opción. Lo importante es tener claro cuál es tu papel en este juego.