La escasez de liquidez de fin de año deja al Bitcoin en una zona clave a la espera de las indicaciones de la Reserva Federal.

[BlockBeats] Durante el fin de semana, Bitcoin estuvo en una intensa batalla entre los 88.000 y 92.000 dólares, mientras que Ethereum saltó directamente de 2.910 a 3.150 dólares. La liquidez empeora cada vez más a medida que se acerca el final del año, así que cualquier entrada o salida de fondos puede provocar movimientos muy exagerados en el mercado.

Sin embargo, lo interesante es que, aunque los precios fluctúan violentamente, los datos de liquidaciones no son tan graves como se podría imaginar. Si miramos más a fondo, la participación general y las posiciones apalancadas en este trimestre siguen disminuyendo: el interés abierto en los contratos perpetuos de las dos principales criptomonedas ha caído entre un 40 y un 50% respecto al pico de octubre, y el sentimiento minorista ha vuelto prácticamente al estado de apatía típico de los mercados bajistas.

Pero el cambio en el lado de la oferta es evidente. En las últimas dos semanas, aproximadamente 25.000 bitcoins han sido retirados de los exchanges, y por primera vez en la historia, la cantidad de BTC en manos de ETF e instituciones supera el saldo disponible en los exchanges; el saldo de Ethereum en los exchanges también ha marcado un mínimo de casi diez años. Los minoristas están saliendo, pero el capital a largo plazo sigue acumulando discretamente.

Ahora toda la atención está puesta en la reunión de la Reserva Federal de este miércoles. Una bajada de 25 puntos básicos es prácticamente segura; la clave está en lo que se diga sobre el balance, ya que eso determinará directamente el comportamiento de los activos de riesgo de aquí a final de año. De momento, Bitcoin sigue fluctuando en el rango de 84.000 a 100.000 dólares, la profundidad del mercado es cada vez menor y pronto llegan las vacaciones, así que cualquier ruptura en una dirección u otra podría desencadenar un gran movimiento.