Mucha gente sigue anclada en un conocimiento anticuado: las acciones estadounidenses representan alrededor del 40% del mercado global.

Pero la verdad es que esa cifra está gravemente desactualizada.
Goldman Sachs acaba de actualizar la distribución global de activos invertibles:
Acciones + bonos = un dominio absoluto del 86%,
¿Criptoactivos? Solo el 1%.
¿El oro está tan de moda este año? Apenas un 6%.
Ahora, observa este dato demoledor:
En el mercado bursátil global, la bolsa estadounidense representa el 64%.
Sí, no es el 40%, es el 64%.
Europa, el 11%; Japón, el 5%; otras regiones de Asia, el 12%.
Esto ya no es “fuerte”, es un liderazgo abrumador.
Si miramos atrás, en 2015:
Acciones estadounidenses: 25 billones de dólares,
Bolsa global: 67 billones,
Proporción: 37%.
Proyección para 2025:
Acciones estadounidenses: 67 billones,
Bolsa global: 130 billones.
En diez años, el tamaño del mercado estadounidense ha crecido un 168%, una TAE del 10,3%.
Juntando todos los demás mercados globales, apenas un 4,2% anualizado.
Es decir:
No es que la bolsa estadounidense se haya hecho más fuerte,
es que los demás mercados simplemente no pueden seguir el ritmo.
A este ritmo, dentro de 10 años,
la cuota de EE. UU. en el mercado global > 60% es muy probable.
Por eso los extranjeros lo dicen sin rodeos:
El 85% de la inversión depende de la asignación de activos,
el 10% de la selección de valores,
el 5% restante, de Dios.
Y ahora, la respuesta a la asignación de activos en el mundo es cada vez más simple:
Activos en dólares = núcleo;
Bolsa estadounidense = el núcleo del núcleo.
Así que mi creencia inversora ahora es muy clara:
No tener una posición fuerte en la bolsa estadounidense, en esencia, es ir contra la corriente principal del capital global.
Dicho de forma extrema:
Ama la vida, invierte todo en la bolsa estadounidense. 😎
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