Orlando Bravo, fundador de la firma estadounidense de capital privado Thoma Bravo, afirmó que el rápido desarrollo de la tecnología de inteligencia artificial está generando una enorme ansiedad entre los inversores, ya que a las empresas les resulta difícil determinar en qué compañías tecnológicas vale la pena arriesgarse a invertir. Bravo señaló el viernes, durante un foro celebrado en Miami, que la fiebre por la IA ha provocado un fuerte sentimiento de “miedo a quedarse fuera” (FOMO) en el mercado privado, lo que está llevando a algunas instituciones a tomar decisiones apresuradas de las que podrían arrepentirse más adelante. Al mismo tiempo, indicó que en los mercados públicos, los inversores están negociando estas empresas según múltiplos de PER: “Si aún no eres rentable, el precio de tus acciones será castigado”. Bravo mencionó también que los partícipes de los fondos muestran una clara reticencia a invertir en IA, preocupados por si las valoraciones en este sector son demasiado elevadas o el riesgo es demasiado alto. “Algunas de las instituciones de LP más grandes y prestigiosas del mundo están optando por esperar, algo que no había visto en mis 30 años de carrera”, comentó, señalando que los inversores quieren entender mejor los productos antes de avanzar en las operaciones.