A finales de septiembre, pronostiqué un ciclo bajista que duraría aproximadamente entre 2,5 y 3 meses. Ese pronóstico sigue vigente, aunque el timing se ha vuelto más complicado. Aquí está el giro: Ethereum ha introducido un factor inesperado en la ecuación. La variable que aporta hace que las predicciones precisas sean casi imposibles ahora, incluso para alguien que sigue esto de cerca. Los mercados no siguen un guion, y el comportamiento reciente de ETH lo demuestra. ¿Podría prolongarse más de lo previsto? Puede ser. ¿Podría darse la vuelta antes? No se puede descartar. Lo que parecía un calendario sencillo se ha convertido en algo más desordenado y, sinceramente, cualquiera que asegure tener certezas ahora mismo te está vendiendo ficción. La tesis original sigue teniendo sentido, pero las ventanas de ejecución... esas se han vuelto difusas.