En el tema de ganar dinero, la capacidad de darse cuenta es una habilidad sumamente importante.

Hay dos conceptos relacionados con esto: uno se llama conciencia y otro pensamiento.

La conciencia es una sensación muy difusa. Por ejemplo, si en tu anterior proyecto fuiste perjudicado por un socio muy malo, entonces tu próximo objetivo principal al emprender será evitar socios malos—este objetivo incluso puede tener más peso en tu mente que ganar dinero en sí.

Esto es un comportamiento empresarial guiado por la conciencia, no por el pensamiento.

Y la capacidad de darse cuenta consiste en poder salir de las emociones y sensaciones difusas del momento y examinar tu propio estado mental—darte cuenta de que solo estás actuando desde la "conciencia" y no desde el "pensamiento".

Una vez que empiezas a darte cuenta, incluso alguien sin experiencia no pondrá la prioridad de buscar socios por encima de la de ganar dinero.

Pero cuando pierdes la capacidad de pensar y solo te dejas llevar por una conciencia difusa, puedes cometer ese error hasta 20 veces al día.

Los emprendedores deberían mantener un examen socrático de sí mismos de forma habitual.