Del ciclos de liquidaciones a multiplicar por 30 en un mes: mi única regla para sobrevivir en los contratos

Siendo sincero, en el mundo de los contratos, no existen genios natos. La mayoría empieza igual: entra soñando con “salir al doblar el capital”, y pasa por el típico trío de emociones: euforia, confusión, liquidación. Al final, uno descubre que perder el 90% es fácil, pero para recuperar hace falta multiplicar por 9—las matemáticas no engañan, pero las emociones sí. Yo también fui uno de ellos. Empecé con 8.000 euros, y estuve muchas veces a un hilo de la liquidación, apretando el móvil con la palma empapada. Esa sensación no es emoción, es desesperación. Pero sobreviví. Y cada vez opero con más seguridad. No porque de repente aprendiera una “técnica infalible”, sino porque lo entendí de verdad: los contratos no matan, operar sin control sí.

Cada liquidación está sentenciada en el momento de abrir la posición. La verdadera línea que separa a los traders en el mercado no es el coraje, sino el conocimiento. Por ejemplo, todos miran las bandas de Bollinger, pero el 99% las usa mal. No es que el indicador no sirva, es que se utiliza mal.

Que las bandas se abran no significa que la tendencia acabe de empezar, ni que se cierren implica que el mercado haya terminado. Mi verdadero salto llegó cuando comprendí la lógica de la volatilidad y la emoción del mercado detrás del indicador, y no solo las líneas en sí. Cuando apliqué este sistema corregido, todo encajó. Multiplicar por 30 en un mes no es un mito, es el resultado de la probabilidad y la disciplina.

La clave es una sola: sustituir la emoción por sistema, domesticar la avaricia con reglas. ¿Cómo abres tus posiciones ahora?
A. ¿Tienes una lógica clara de entrada y salida, gestión de posición y disciplina de stop loss?
B. ¿O actúas por corazonadas, cierras en pánico, aguantas las pérdidas y repites el ciclo?

Si es la B, lo que más necesitas ahora no es otra “oportunidad de recuperar”, sino parar y observar qué tipo de trading estás haciendo. Si estás cansado de este ciclo y te apetece cambiar de perspectiva con una conversación sincera, podemos hablar.

No vendo cursos ni doy señales. Lo que tengo es un sistema real y un entendimiento del mercado que me ha costado dinero y varias liquidaciones, pero que me permite seguir sobreviviendo y prosperando. Si tienes capital y quieres cambiar, quizá encontremos juntos un camino más estable para ti.

El primer paso para cambiar, muchas veces, no es actuar de inmediato, sino dejar de hacer lo incorrecto. ¿Estás listo para parar y replantearte tu forma de operar?