#美SEC促进加密资产创新监管框架 Llevo tanto tiempo luchando en el mercado que he descubierto una verdad cruel: aquellos que están todo el día pegados a la pantalla intentando cazar cada movimiento suelen ser los que caen más rápido. En cambio, los que parecen ir más despacio, sin prisas, son los que al final ven cómo los números de su cuenta suben poco a poco.

Perder dinero duele, sobre todo al principio. Pero con el tiempo te das cuenta de que cada vez que asumes una pérdida, en realidad el mercado te está dando una lección—la cuestión es si estás dispuesto a sentarte y analizar lo que pasó. He visto a demasiada gente que, tras perder, se limita a culpar al mercado por ser irracional y luego cambia de moneda para volver a apostar a lo grande, con el resultado predecible.

La verdad es que en el trading la clave no está en la estrategia. El mejor análisis técnico no sirve de nada si no sabes controlar tus emociones. Los que realmente sobreviven son los que se aferran a unas reglas inquebrantables—cuándo entrar, cuándo salir, cuánto puedes perder antes de cortar la posición; esas cosas tienen que estar grabadas a fuego. Por muy brusca que sea la volatilidad del mercado, tus principios tienen que ser aún más firmes.

No mires constantemente lo que ganan los demás, cada uno tiene su ritmo. Hoy solo necesitas ser un poco más inteligente que ese tú impulsivo que operaba ayer. La paciencia, tarde o temprano, siempre es recompensada por el mercado, aunque nunca te avisa de antemano de cuándo llegará ese día.

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