Si el Banco de Japón realmente sube los tipos de interés, el mercado podría volverse completamente caótico.
Durante los últimos diez años, Japón ha mantenido tipos de interés ultra bajos e incluso negativos, y los inversores globales han estado jugando al mismo juego: pedir prestado yenes casi a coste cero, cambiarlos por dólares y meterlos en bolsa estadounidense, bonos estadounidenses, mercados emergentes, e incluso en criptoactivos como SOL, XRP o BNB para aprovechar el diferencial de tipos. Esta operativa ha engordado a innumerables fondos de cobertura y jugadores de arbitraje.
¿Pero qué pasa si el guion se invierte? Subir los tipos significa que el coste de pedir yenes se dispara, y el juego de arbitraje que antes era apuesta segura se convierte de repente en una patata caliente. El dinero solo puede cerrar posiciones y salir—vender acciones, deshacerse de bonos, liquidar criptomonedas, y cambiarlo todo de vuelta a yenes para devolver la deuda. Lo más grave es que el yen se apreciaría aún más, elevando todavía más el coste de financiación y forzando a más inversores a deshacer posiciones en masa.
Una vez que se inicia esta reacción en cadena, se desata una tormenta de desapalancamiento global, comparable a la ola de liquidaciones de activos tras la quiebra de Lehman Brothers. Bolsas, criptomercados y mercados de bonos podrían sufrir al mismo tiempo, y nadie saldría indemne.
El riesgo estructural suele esconderse bajo una superficie aparentemente tranquila; lo que realmente mata no son las subidas o bajadas en sí, sino el momento en que el apalancamiento se vuelve en tu contra.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
7 me gusta
Recompensa
7
3
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
MEVSupportGroup
· hace5h
Si el Banco de Japón se atreve a actuar, los que operamos con apalancamiento realmente tendremos que salir corriendo... Llevar tanto tiempo aprovechando el arbitraje con yenes, pero si la tendencia se invierte, será una estampida, y el mundo cripto será el primero en recibir el golpe.
Ver originalesResponder0
ShadowStaker
· hace20h
No voy a mentir, el desmantelamiento del carry trade podría ser absolutamente brutal para los validadores que se enfrentan al riesgo de slashing durante crisis de liquidez... ya he visto esta película antes.
Ver originalesResponder0
MoonBoi42
· hace20h
Dios mío, si Japón realmente se atreve a subir los tipos de interés, todos tendremos que salir corriendo. Más de diez años de festín de arbitraje terminarían de la noche a la mañana, y entonces las caídas serían imparables.
Si el Banco de Japón realmente sube los tipos de interés, el mercado podría volverse completamente caótico.
Durante los últimos diez años, Japón ha mantenido tipos de interés ultra bajos e incluso negativos, y los inversores globales han estado jugando al mismo juego: pedir prestado yenes casi a coste cero, cambiarlos por dólares y meterlos en bolsa estadounidense, bonos estadounidenses, mercados emergentes, e incluso en criptoactivos como SOL, XRP o BNB para aprovechar el diferencial de tipos. Esta operativa ha engordado a innumerables fondos de cobertura y jugadores de arbitraje.
¿Pero qué pasa si el guion se invierte? Subir los tipos significa que el coste de pedir yenes se dispara, y el juego de arbitraje que antes era apuesta segura se convierte de repente en una patata caliente. El dinero solo puede cerrar posiciones y salir—vender acciones, deshacerse de bonos, liquidar criptomonedas, y cambiarlo todo de vuelta a yenes para devolver la deuda. Lo más grave es que el yen se apreciaría aún más, elevando todavía más el coste de financiación y forzando a más inversores a deshacer posiciones en masa.
Una vez que se inicia esta reacción en cadena, se desata una tormenta de desapalancamiento global, comparable a la ola de liquidaciones de activos tras la quiebra de Lehman Brothers. Bolsas, criptomercados y mercados de bonos podrían sufrir al mismo tiempo, y nadie saldría indemne.
El riesgo estructural suele esconderse bajo una superficie aparentemente tranquila; lo que realmente mata no son las subidas o bajadas en sí, sino el momento en que el apalancamiento se vuelve en tu contra.