Las recientes maniobras de una empresa que ha sido excluida de la bolsa son de manual, pero en el peor sentido: con un agujero contable de 45.000 millones, han anunciado que van a destinar 180 millones a especular en el mercado secundario.

Tienen muy claro cómo quieren gastar ese dinero: 30 millones para comprar acciones, con la exigencia de que la mitad se invierta en bancos y el 80% en componentes del CSI 300; los 150 millones restantes se destinarán a suscripciones de nuevas emisiones en la Bolsa de Pekín y a repos inversos.

Sinceramente, con semejante deuda y aún así dinero para hacer cartera de inversiones, este movimiento de activos es incomprensible. Lo más increíble es que el anuncio está redactado como si fuera un informe de análisis institucional, hablando de "asignación prudente" y "cobertura de riesgos", todo bastante surrealista.

¿Creéis que con esto conseguirán recuperar el capital? Yo, desde luego, no me creo que invertir en nuevas emisiones pueda tapar un agujero de varios cientos de miles de millones.