Este asunto es mucho más profundo de lo que parece.

Mucho antes de que comenzara la guerra de aranceles, ya había lanzado varios juicios "no convencionales": el más contundente era que esta ola de la IA acabaría por reorganizar por completo el mapa estratégico de las instituciones. Fíjate en estos nueve meses, los precios de los minerales clave se han disparado en conjunto; la reestructuración de la cadena industrial ya no es una predicción, es un hecho en curso.

Y si miras el "Proyecto Génesis" de aquel expresidente, comparé el mapa mental estratégico que dibujé hace tiempo y, madre mía, la coincidencia de ideas es increíblemente alta. Decir "los grandes espíritus piensan igual" sería demasiado humilde; parece más bien que alguien ha copiado mis deberes.

En el sector hay rumores de que algunos asesores chinos están dando ideas específicamente a las instituciones de allí para "atacar con precisión" la psicología del mercado en nuestro lado. Es una broma, claro, pero ¿no será que mi mapa mental de verdad se ha convertido en "material didáctico"?

Bromas aparte, la realidad es clara: ellos tienen un sistema de think tank funcionando a pleno rendimiento detrás. Están llevando a cabo una contracción estratégica y utilizando la carta de la actualización industrial basada en IA para reescribir el código fundamental de la economía global.

Esto no es una buena noticia para nosotros. Durante la próxima década, la cuota comercial entre China y EE. UU. se irá reduciendo progresivamente y, dentro de 15 años, es muy probable que ellos consigan una autonomía estratégica comercial. La baza comercial solo la podremos jugar una vez.

Activos como BTC y ETH tendrán un posicionamiento cada vez más sutil bajo esta narrativa macro.