Últimamente ha circulado una imagen por el sector que ha puesto nerviosos a muchos holders de largo plazo.
El tipo de cambio entre Bitcoin y la plata: el año pasado, 1 BTC podía intercambiarse por 3.500 onzas de plata; ahora, solo por 1.458 onzas. En un año, la proporción se ha reducido a la mitad.
No te equivoques, no es que Bitcoin se haya desplomado (en realidad ha caído un 27%), sino que la plata ha subido muchísimo—ha repuntado un 50%. En esta ronda, el “metal blanco” ha salido ganador.
¿Por qué esta vez la plata ha conseguido remontar? La respuesta es sencilla: hace tiempo que dejó de ser solo un metal precioso. Paneles fotovoltaicos, baterías de coches eléctricos, equipos de almacenamiento energético, materiales militares... todos estos sectores consumen plata de forma tangible. La demanda es sólida, la oferta no da abasto y, con el viento a favor de la transición ecológica global, la plata ha experimentado un salto de categoría.
¿Y Bitcoin? Cada vez que llega una ola de aversión al riesgo en el mercado, sigue comportándose como las acciones tecnológicas: sube y baja como una montaña rusa.
¿Sigue siendo sólido el apodo de “oro digital”? Cuando la proporción ha vuelto a niveles de mercado bajista de 2022, debemos admitirlo: la volatilidad del Bitcoin sigue pareciéndose a la de una acción de crecimiento tecnológico—cuando sube, lo hace a lo grande, pero cuando cae, duele. En la jerarquía de activos del mundo real, el capital ahora prefiere temporalmente la plata, “que puede entrar en la fábrica y trabajar”.
Reflexionemos sobre algunos puntos: Primero, a corto plazo, dejemos de contar la historia de Bitcoin como refugio—es más bien un activo de crecimiento de alta volatilidad, no una caja fuerte definitiva. Segundo, la plata ya está profundamente vinculada a la revolución de las energías renovables; su función industrial le da soporte. Tercero, no conviertas la inversión en una cuestión de fe; la clave está en la diversificación equilibrada.
El número de 1.458 onzas es, en realidad, un indicador. El mercado siempre valora según el flujo de caja, el valor de garantía y la demanda real—no por historias y consensos. El próximo reto para Bitcoin podría ser: ¿la próxima vez que llegue la tormenta, será capaz de no volver a perder frente a este “modesto” metal plateado?
(Fuente de los datos: información de mercados públicos. Este artículo no constituye una recomendación de inversión.)
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SatoshiChallenger
· hace16h
Irónicamente, la plata cuenta con una demanda industrial que la respalda, mientras que el Bitcoin sigue dependiendo de historias.
Los datos muestran que este cambio de tendencia es bastante razonable, no es de extrañar que los poseedores hayan empezado a ponerse nerviosos.
No es por llevar la contraria, pero cualquiera que haya creído en el "oro digital" ahora tiene que replantearse su asignación.
Curioso, esta vez el verdadero activo refugio resulta ser esa "desapercibida" plata.
Lección de la historia: las cosas que se sostienen solo por consenso y narrativa, tarde o temprano serán desmentidas por el flujo de caja.
Así que, la revolución de la energía verde sí representa una demanda real; todo lo relacionado con Bitcoin sigue siendo, al fin y al cabo, una historia de crecimiento de alta volatilidad.
Eso de la asignación equilibrada, ¿cómo decirlo?... básicamente es negar toda la argumentación de los creyentes puros.
Mira cómo el mercado bajista sirve de referencia: ahora Bitcoin cae igual que las tecnológicas y también duele, esa es la realidad.
Objetivamente, el atributo industrial de la plata sostiene su precio mejor que el consenso de BTC; esta vez realmente se ha torcido la cosa.
No es de extrañar que algunos en el sector hayan empezado a reducir posiciones, el mercado siempre valora según el flujo de caja, no es ninguna broma.
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WagmiOrRekt
· hace21h
Esta subida de la plata sí que tiene un respaldo fundamental; la narrativa del "oro digital" de Bitcoin empieza a no aguantar el tipo.
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DEXRobinHood
· 12-03 13:54
Joder, esta subida de la plata ha sido increíble, la demanda industrial es la verdadera moneda fuerte.
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ShamedApeSeller
· 12-03 13:45
Eh... ¿así que ahora hay que acumular plata? Suena un poco duro.
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Lonely_Validator
· 12-03 13:39
Joder, la plata se ha disparado, de verdad que no me lo esperaba.
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LiquidationSurvivor
· 12-03 13:35
Esta subida de la plata ha sido realmente increíble, tener una demanda real de fondo marca la diferencia.
Últimamente ha circulado una imagen por el sector que ha puesto nerviosos a muchos holders de largo plazo.
El tipo de cambio entre Bitcoin y la plata: el año pasado, 1 BTC podía intercambiarse por 3.500 onzas de plata; ahora, solo por 1.458 onzas. En un año, la proporción se ha reducido a la mitad.
No te equivoques, no es que Bitcoin se haya desplomado (en realidad ha caído un 27%), sino que la plata ha subido muchísimo—ha repuntado un 50%. En esta ronda, el “metal blanco” ha salido ganador.
¿Por qué esta vez la plata ha conseguido remontar? La respuesta es sencilla: hace tiempo que dejó de ser solo un metal precioso. Paneles fotovoltaicos, baterías de coches eléctricos, equipos de almacenamiento energético, materiales militares... todos estos sectores consumen plata de forma tangible. La demanda es sólida, la oferta no da abasto y, con el viento a favor de la transición ecológica global, la plata ha experimentado un salto de categoría.
¿Y Bitcoin? Cada vez que llega una ola de aversión al riesgo en el mercado, sigue comportándose como las acciones tecnológicas: sube y baja como una montaña rusa.
¿Sigue siendo sólido el apodo de “oro digital”? Cuando la proporción ha vuelto a niveles de mercado bajista de 2022, debemos admitirlo: la volatilidad del Bitcoin sigue pareciéndose a la de una acción de crecimiento tecnológico—cuando sube, lo hace a lo grande, pero cuando cae, duele. En la jerarquía de activos del mundo real, el capital ahora prefiere temporalmente la plata, “que puede entrar en la fábrica y trabajar”.
Reflexionemos sobre algunos puntos:
Primero, a corto plazo, dejemos de contar la historia de Bitcoin como refugio—es más bien un activo de crecimiento de alta volatilidad, no una caja fuerte definitiva.
Segundo, la plata ya está profundamente vinculada a la revolución de las energías renovables; su función industrial le da soporte.
Tercero, no conviertas la inversión en una cuestión de fe; la clave está en la diversificación equilibrada.
El número de 1.458 onzas es, en realidad, un indicador. El mercado siempre valora según el flujo de caja, el valor de garantía y la demanda real—no por historias y consensos. El próximo reto para Bitcoin podría ser: ¿la próxima vez que llegue la tormenta, será capaz de no volver a perder frente a este “modesto” metal plateado?
(Fuente de los datos: información de mercados públicos. Este artículo no constituye una recomendación de inversión.)