Por la mañana, al abrir los ojos y mirar la cuenta, otra vez son 1.400.000. La semana pasada acababa de experimentar una caída de 2.000.000 a 1.400.000; en ese momento aún mantenía la calma, pero ¿por qué esta vez ya no puedo aguantarlo? Es la misma retirada de 600.000, ¿por qué la segunda vez duele más? Quizá porque haber visto la esperanza y luego perderla es más doloroso que no haberla tenido nunca.

Hablemos de las operaciones de hoy: cerré la posición corta de SOL. Esta operación llegó a tener una ganancia flotante máxima de 40.000 USDT; sumando todas las posiciones copiadas podría haber sacado aún más beneficio, pero elegí salir en el punto de equilibrio. No es que no quiera ganar, es que temo que el mercado, en condiciones extremas, se dé la vuelta de repente, y no puedo permitirme volver a perder el capital que tanto me costó recuperar. Por otro lado, aumenté la posición corta en ETH. La lógica es sencilla: la expectativa por la actualización ya se ha descontado, y ahora que ha ocurrido, se ha convertido en señal de venta. Además, hay un viejo dicho en el sector: "tras cada evento, el precio cae", así que los grandes probablemente estén buscando a alguien que les compre la salida.

Este camino aún es largo, habrá que tomárselo con calma.