El 2 de diciembre, Trump zanjó la cuestión: ya hay candidato definitivo para el último puesto clave de la Reserva Federal, y la batalla de diez aspirantes por una plaza por fin llega a su fin.

Nada más hacerse pública la noticia, el mercado se disparó. En la plataforma de predicción Polymarket, la probabilidad de "una bajada de tipos de la Fed de 25 puntos básicos la próxima semana" se disparó instantáneamente al 92%, y solo en este pool de predicciones entraron 219 millones de dólares. El ambiente es tal que parece que todo el mundo está convencido: la decisión está tomada.

¿Por qué una reacción tan fuerte? En resumidas cuentas, quien ocupe el puesto en la Fed equivale a decidir el rumbo de la política monetaria en adelante. Después de meses de tira y afloja entre los diez candidatos, ahora solo queda el último “voto clave”, y el mercado ya está apostando: lo más probable es que sea una “paloma” del gusto de Trump. Al fin y al cabo, todos saben que el viejo Trump siempre ha preferido un entorno de tipos bajos y nunca ha sido partidario de subir los tipos.

Las repercusiones de esto no son menores. Si realmente llega la bajada de tipos, la presión sobre el dólar disminuirá y activos de riesgo como las acciones estadounidenses y los criptoactivos podrían volver a activarse; pero, por otro lado, ¿podría repuntar la inflación? Es probable que el mercado global de divisas vuelva a experimentar una ronda de volatilidad.

Ahora todas las miradas están puestas en dos momentos clave: quién será finalmente el elegido y qué respuesta dará la Reserva Federal en su reunión de la próxima semana.

¿Qué opináis vosotros? ¿Está asegurada esta expectativa de bajada de tipos, o es el mercado otra vez autoengañándose?