Al principio, todos pensaban que la reducción de tasas en diciembre era segura, pero anoche el presidente de la Reserva Federal dejó claro: "La reducción de tasas no es automática, ahora mismo todo está en suspenso." En cuanto se pronunció esta frase, los inversores que estaban emocionados se dieron cuenta de la realidad: el mercado de valores de EE. UU. se sacudió y los activos de riesgo también se calmaron.
Dicho de manera sencilla, ahora bajar las tasas de interés ha pasado de ser algo "seguro" a ser como lanzar una moneda. ¿Por qué ha cambiado repentinamente la actitud? Porque la Reserva Federal también está atrapada: por un lado, el mercado laboral está enfriándose, y por el otro, la inflación no cede. Cualquiera que sea la dirección que tomen, podrían caer en un pozo.
Lo que es aún más preocupante es la cuestión del cierre del gobierno, que ha llevado a que muchos datos económicos clave no se publiquen a tiempo. Es como conducir sin las luces altas, avanzando a ciegas solo por intuición, por lo que la Reserva Federal, por supuesto, no se atreve a hacer promesas a la ligera.
¿Y ahora qué? Para ser honesto, es posible que haya recortes en las tasas de interés, pero definitivamente no es tan seguro como piensas. Para saber cómo se moverá el mercado, hay que estar muy atento a tres indicadores: los datos de empleo, la tendencia de la inflación y la confianza del consumidor.
Si los datos continúan débiles → las expectativas de recortes de tasas se volverán a calentar; Si los datos soportan la presión → el mercado podría tener que experimentar otra ronda de turbulencias.
¿El consejo más práctico? No apuestes por adelantado, ni celebres antes de tiempo. El código del mercado está escondido en los datos que se anunciarán pronto, y no en nuestras conjeturas.
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Powell le dio otro golpe frío al mercado.
Al principio, todos pensaban que la reducción de tasas en diciembre era segura, pero anoche el presidente de la Reserva Federal dejó claro: "La reducción de tasas no es automática, ahora mismo todo está en suspenso." En cuanto se pronunció esta frase, los inversores que estaban emocionados se dieron cuenta de la realidad: el mercado de valores de EE. UU. se sacudió y los activos de riesgo también se calmaron.
Dicho de manera sencilla, ahora bajar las tasas de interés ha pasado de ser algo "seguro" a ser como lanzar una moneda. ¿Por qué ha cambiado repentinamente la actitud? Porque la Reserva Federal también está atrapada: por un lado, el mercado laboral está enfriándose, y por el otro, la inflación no cede. Cualquiera que sea la dirección que tomen, podrían caer en un pozo.
Lo que es aún más preocupante es la cuestión del cierre del gobierno, que ha llevado a que muchos datos económicos clave no se publiquen a tiempo. Es como conducir sin las luces altas, avanzando a ciegas solo por intuición, por lo que la Reserva Federal, por supuesto, no se atreve a hacer promesas a la ligera.
¿Y ahora qué? Para ser honesto, es posible que haya recortes en las tasas de interés, pero definitivamente no es tan seguro como piensas. Para saber cómo se moverá el mercado, hay que estar muy atento a tres indicadores: los datos de empleo, la tendencia de la inflación y la confianza del consumidor.
Si los datos continúan débiles → las expectativas de recortes de tasas se volverán a calentar;
Si los datos soportan la presión → el mercado podría tener que experimentar otra ronda de turbulencias.
¿El consejo más práctico? No apuestes por adelantado, ni celebres antes de tiempo. El código del mercado está escondido en los datos que se anunciarán pronto, y no en nuestras conjeturas.