A las dos y media de la madrugada, el teléfono vibró y sonó contra la mesita de noche.

Al abrir el mensaje del grupo, la voz de Lao Zhou sonaba con llanto: "Hermano, estoy arruinado... el fondo de estudios en el extranjero que ahorré para mi hijo, tres millones, se ha ido esta noche."

Su esposa solo quería ayudar a transferir un dinero, siguiendo los pasos que él le había enseñado antes. El resultado fue que apenas abrió la billetera, seis transferencias se vaciaron en tres minutos. ¿Contactar al servicio al cliente? La única respuesta que recibieron fue "La operación en la cadena no es reversible".

Le pregunté la primera pregunta: "¿Has fotografiado esa cadena de palabras o la has guardado en la nube?"

Silencio.

Diez segundos después dijo que, antes de su viaje de negocios, temía que su esposa no entendiera, así que tomó capturas de pantalla de la información clave y las etiquetó como "Guía de operación", y las envió al grupo familiar. También grabó un video de demostración.

Esto no es nada nuevo. El año pasado vi un informe, en los casos de pérdida de activos criptográficos, cerca de tres cuartos fueron causados por errores humanos: no fue un ataque técnico, simplemente dejaron la puerta abierta.

He estado en esta industria casi diez años, cada vez que me encuentro con "la matrícula del niño"