Las autoridades regulatorias de Japón han dado otra señal: en el futuro, los intercambios de criptomonedas no pueden simplemente decir que nuestros activos están seguros, también deben preparar reservas de compensación en efectivo. Si ocurre un problema, debes poder pagar.
Aunque Japón ya ha solicitado a los intercambios que coloquen las criptomonedas de los usuarios en carteras frías, no ha exigido que se reserve una cantidad específica de dinero para hacer frente a pérdidas inesperadas por hackeos o fallos del sistema. Antes, todos asumían que se vería qué pasaba en caso de un problema, pero ahora la FSA claramente no está dispuesta a seguir apostando a la suerte.
DMM Bitcoin fue hackeado el año pasado por más de 300 millones de dólares, lo que hizo que los reguladores se dieran cuenta de que el riesgo no solo proviene de los intercambios en sí, sino que los equipos subcontratados también pueden perjudicarte. Por lo tanto, la FSA planea legislar para exigir dos cosas:
1. Los intercambios deben establecer reservas de deuda, para poder compensar realmente si se pierden monedas.
2. Los socios como custodios y técnicos también deben registrarse con anticipación, para que no aparezcan vulnerabilidades de otros, y la plataforma termine pagando.
Si esta etapa se convierte en ley, aumentará claramente el umbral operativo de las bolsas de Japón. Esto también significa que en el futuro, la probabilidad de que las bolsas japonesas quiebre, desaparezcan o sean hackeadas, dejando a los usuarios a un lado, disminuirá considerablemente.
En mi opinión, este es el camino típico hacia la madurez financiera de la regulación en Japón, que no impide la innovación, pero busca reducir al mínimo la probabilidad de explosiones.
En los últimos años, la industria de las criptomonedas ha tenido demasiados colapsos, demasiados agujeros de capital y demasiadas pérdidas que no se pueden cubrir, lo que ha llevado a los reguladores a tratar al Web3 como una industria financiera de alto riesgo.
La nueva regulación de la FSA esta vez empuja a los intercambios de criptomonedas hacia requisitos de nivel bancario.
Por supuesto, esto aumentará los costos de cumplimiento y eliminará a un grupo de pequeñas plataformas que no pueden soportar estos costos.
Pero a largo plazo, cuanto más estricta sea la regulación y más altos sean los requisitos, las plataformas de intercambio que permanezcan al final serán más fuertes, y los usuarios también se sentirán más seguros al invertir su dinero.
#FSA # reservas de deuda #protección del inversor
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La FSA de Japón va a actuar nuevamente.
Las autoridades regulatorias de Japón han dado otra señal: en el futuro, los intercambios de criptomonedas no pueden simplemente decir que nuestros activos están seguros, también deben preparar reservas de compensación en efectivo. Si ocurre un problema, debes poder pagar.
Aunque Japón ya ha solicitado a los intercambios que coloquen las criptomonedas de los usuarios en carteras frías, no ha exigido que se reserve una cantidad específica de dinero para hacer frente a pérdidas inesperadas por hackeos o fallos del sistema. Antes, todos asumían que se vería qué pasaba en caso de un problema, pero ahora la FSA claramente no está dispuesta a seguir apostando a la suerte.
DMM Bitcoin fue hackeado el año pasado por más de 300 millones de dólares, lo que hizo que los reguladores se dieran cuenta de que el riesgo no solo proviene de los intercambios en sí, sino que los equipos subcontratados también pueden perjudicarte. Por lo tanto, la FSA planea legislar para exigir dos cosas:
1. Los intercambios deben establecer reservas de deuda, para poder compensar realmente si se pierden monedas.
2. Los socios como custodios y técnicos también deben registrarse con anticipación, para que no aparezcan vulnerabilidades de otros, y la plataforma termine pagando.
Si esta etapa se convierte en ley, aumentará claramente el umbral operativo de las bolsas de Japón. Esto también significa que en el futuro, la probabilidad de que las bolsas japonesas quiebre, desaparezcan o sean hackeadas, dejando a los usuarios a un lado, disminuirá considerablemente.
En mi opinión, este es el camino típico hacia la madurez financiera de la regulación en Japón, que no impide la innovación, pero busca reducir al mínimo la probabilidad de explosiones.
En los últimos años, la industria de las criptomonedas ha tenido demasiados colapsos, demasiados agujeros de capital y demasiadas pérdidas que no se pueden cubrir, lo que ha llevado a los reguladores a tratar al Web3 como una industria financiera de alto riesgo.
La nueva regulación de la FSA esta vez empuja a los intercambios de criptomonedas hacia requisitos de nivel bancario.
Por supuesto, esto aumentará los costos de cumplimiento y eliminará a un grupo de pequeñas plataformas que no pueden soportar estos costos.
Pero a largo plazo, cuanto más estricta sea la regulación y más altos sean los requisitos, las plataformas de intercambio que permanezcan al final serán más fuertes, y los usuarios también se sentirán más seguros al invertir su dinero.
#FSA # reservas de deuda #protección del inversor