El 24 de noviembre, la economía estadounidense está experimentando fenómenos anómalos desconcertantes, lo que inquieta a los formuladores de políticas encargados de contener la inflación y mantener el mercado laboral. Los datos del Departamento de Trabajo muestran que en junio y agosto se redujeron los puestos de trabajo, y el promedio de nuevos empleos en los tres meses hasta septiembre fue de solo alrededor de 62,000. Sin embargo, la productividad laboral, un motor clave del rendimiento económico, se ha mantenido en niveles altos. El producto interno bruto (PIB), que mide la producción de todos los bienes y servicios en la economía, también se ha mantenido fuerte. Esta contradicción entre la expansión económica y un mercado laboral débil presenta un dilema para los formuladores de políticas de la La Reserva Federal (FED), dificultando su evaluación sobre si la economía necesita enfriarse o estímulo. Los economistas creen que no está claro si una reducción de tasas puede finalmente compensar el efecto erosivo de los cambios de política significativos sobre la contratación. Ryan Sweet, economista jefe de EE. UU. en Oxford Economics, afirmó: “Afortunadamente, aún no hemos visto despidos masivos; de lo contrario, la falta de expansión del empleo podría convertirse en una recesión económica. La economía puede crecer sin crear una gran cantidad de empleos, siempre que la productividad mantenga un buen crecimiento.” La falta de expansión del empleo podría convertirse rápidamente en una recesión económica.
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Análisis: Los extraños datos económicos de Estados Unidos han llevado a La Reserva Federal (FED) a un laberinto de políticas.
El 24 de noviembre, la economía estadounidense está experimentando fenómenos anómalos desconcertantes, lo que inquieta a los formuladores de políticas encargados de contener la inflación y mantener el mercado laboral. Los datos del Departamento de Trabajo muestran que en junio y agosto se redujeron los puestos de trabajo, y el promedio de nuevos empleos en los tres meses hasta septiembre fue de solo alrededor de 62,000. Sin embargo, la productividad laboral, un motor clave del rendimiento económico, se ha mantenido en niveles altos. El producto interno bruto (PIB), que mide la producción de todos los bienes y servicios en la economía, también se ha mantenido fuerte. Esta contradicción entre la expansión económica y un mercado laboral débil presenta un dilema para los formuladores de políticas de la La Reserva Federal (FED), dificultando su evaluación sobre si la economía necesita enfriarse o estímulo. Los economistas creen que no está claro si una reducción de tasas puede finalmente compensar el efecto erosivo de los cambios de política significativos sobre la contratación. Ryan Sweet, economista jefe de EE. UU. en Oxford Economics, afirmó: “Afortunadamente, aún no hemos visto despidos masivos; de lo contrario, la falta de expansión del empleo podría convertirse en una recesión económica. La economía puede crecer sin crear una gran cantidad de empleos, siempre que la productividad mantenga un buen crecimiento.” La falta de expansión del empleo podría convertirse rápidamente en una recesión económica.