Noruega acaba de hacer un movimiento inesperado: congelar el consejo de ética de su fondo soberano para proteger sus enormes participaciones en Big Tech. Hablamos de Amazon, Microsoft, Alphabet: solo estas tres representan el 15% de la renta variable del fondo.
Esto es lo que ha pasado.
La verdadera historia detrás del congelamiento
El gobierno noruego alegó “estabilidad política” como motivo, pero el drama real es más complejo. Un informe de la ONU en julio acusó a Amazon, Microsoft y Alphabet de proporcionar infraestructuras de nube + IA que permiten sistemas de vigilancia para todo el gobierno israelí. El consejo de ética estaba a punto de desinvertir en estas compañías cuando—boom—el parlamento detuvo el proceso.
¿El argumento del gobierno? La función principal del fondo es obtener rentabilidad, no hacer cumplir la moralidad. Si Noruega se desprende de las cinco principales tecnológicas estadounidenses, el fondo soberano de 2,1 billones de dólares se desequilibra, lo que amenaza el sistema de bienestar noruego (que depende de aproximadamente el 25% de los ingresos anuales de este fondo).
Washington tampoco se tomó a la ligera la desinversión en Caterpillar. Después de que Noruega vendiera acciones de CAT en agosto debido al uso de excavadoras en Gaza, funcionarios estadounidenses advirtieron discretamente que más excepciones dirigidas a empresas estadounidenses podrían tensar los lazos diplomáticos.
La ironía de la que nadie habla
El exjefe de la OTAN Jens Stoltenberg (ahora ministro de finanzas de Noruega) señaló él mismo la paradoja: Noruega depende de la protección nuclear de la OTAN pero prohíbe que su fondo invierta en fabricantes de armas nucleares como Boeing y Lockheed Martin.
La medida salió adelante gracias a los partidos de la oposición de centro-derecha, pero los grupos de izquierdas están furiosos. Los críticos argumentan que Noruega está abandonando su reputación como líder mundial en inversión responsable. El gobierno afirma que el congelamiento es temporal—una revisión ética integral concluirá en 2026.
Qué significa esto
Es un momento decisivo: cuando la presión geopolítica de una superpotencia choca con la ética de un fondo soberano. Indica que incluso los fondos grandes e independientes tienen límites reales cuando los grandes gobiernos imponen su peso. El resultado podría redefinir cómo otros fondos soberanos gestionan inversiones controvertidas.
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El fondo soberano de 2,1 billones de dólares de Noruega congela el Consejo de Ética: la geopolítica se cruza con las finanzas
Noruega acaba de hacer un movimiento inesperado: congelar el consejo de ética de su fondo soberano para proteger sus enormes participaciones en Big Tech. Hablamos de Amazon, Microsoft, Alphabet: solo estas tres representan el 15% de la renta variable del fondo.
Esto es lo que ha pasado.
La verdadera historia detrás del congelamiento
El gobierno noruego alegó “estabilidad política” como motivo, pero el drama real es más complejo. Un informe de la ONU en julio acusó a Amazon, Microsoft y Alphabet de proporcionar infraestructuras de nube + IA que permiten sistemas de vigilancia para todo el gobierno israelí. El consejo de ética estaba a punto de desinvertir en estas compañías cuando—boom—el parlamento detuvo el proceso.
¿El argumento del gobierno? La función principal del fondo es obtener rentabilidad, no hacer cumplir la moralidad. Si Noruega se desprende de las cinco principales tecnológicas estadounidenses, el fondo soberano de 2,1 billones de dólares se desequilibra, lo que amenaza el sistema de bienestar noruego (que depende de aproximadamente el 25% de los ingresos anuales de este fondo).
Washington tampoco se tomó a la ligera la desinversión en Caterpillar. Después de que Noruega vendiera acciones de CAT en agosto debido al uso de excavadoras en Gaza, funcionarios estadounidenses advirtieron discretamente que más excepciones dirigidas a empresas estadounidenses podrían tensar los lazos diplomáticos.
La ironía de la que nadie habla
El exjefe de la OTAN Jens Stoltenberg (ahora ministro de finanzas de Noruega) señaló él mismo la paradoja: Noruega depende de la protección nuclear de la OTAN pero prohíbe que su fondo invierta en fabricantes de armas nucleares como Boeing y Lockheed Martin.
La medida salió adelante gracias a los partidos de la oposición de centro-derecha, pero los grupos de izquierdas están furiosos. Los críticos argumentan que Noruega está abandonando su reputación como líder mundial en inversión responsable. El gobierno afirma que el congelamiento es temporal—una revisión ética integral concluirá en 2026.
Qué significa esto
Es un momento decisivo: cuando la presión geopolítica de una superpotencia choca con la ética de un fondo soberano. Indica que incluso los fondos grandes e independientes tienen límites reales cuando los grandes gobiernos imponen su peso. El resultado podría redefinir cómo otros fondos soberanos gestionan inversiones controvertidas.