En los momentos más caóticos del mercado, lo que realmente tiene valor nunca es el precio, sino esas fichas que son soltadas por el miedo.
En cambio, cuando todo el mundo está entusiasmado y por todas partes se grita “oportunidad”, es entonces cuando el riesgo se asienta silenciosamente en lo más alto.
Bitcoin se está acercando a ese umbral temporal que ocurre una vez cada cuatro años. Según el ritmo actual, es muy probable que octubre del próximo año sea el punto de transición entre el viejo y el nuevo ciclo. La dirección puede que no se aclare de inmediato, pero la línea divisoria a largo plazo suele trazarse discretamente en torno a ese momento.
Cuanto más extrema es la situación del mercado, menos debes dejarte llevar por las emociones. Lo único que puedes controlar es tu propio ritmo y la exposición de tu cartera. No se trata de predecir el futuro, sino de dejar espacio de antemano para el peor de los escenarios, y a la vez, permitir que la asignación más sensata tenga espacio para crecer.
Cada pánico puede parecer destructivo, pero los verdaderos estrategas saben que a menudo es el terreno fértil para el siguiente tramo del mercado.
Si puedes aprovecharlo o no, depende de si eres capaz de mantener la claridad en medio del caos.
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En los momentos más caóticos del mercado, lo que realmente tiene valor nunca es el precio, sino esas fichas que son soltadas por el miedo.
En cambio, cuando todo el mundo está entusiasmado y por todas partes se grita “oportunidad”,
es entonces cuando el riesgo se asienta silenciosamente en lo más alto.
Bitcoin se está acercando a ese umbral temporal que ocurre una vez cada cuatro años.
Según el ritmo actual, es muy probable que octubre del próximo año sea el punto de transición entre el viejo y el nuevo ciclo.
La dirección puede que no se aclare de inmediato, pero la línea divisoria a largo plazo suele trazarse discretamente en torno a ese momento.
Cuanto más extrema es la situación del mercado,
menos debes dejarte llevar por las emociones.
Lo único que puedes controlar es tu propio ritmo y la exposición de tu cartera.
No se trata de predecir el futuro,
sino de dejar espacio de antemano para el peor de los escenarios,
y a la vez, permitir que la asignación más sensata tenga espacio para crecer.
Cada pánico puede parecer destructivo,
pero los verdaderos estrategas saben
que a menudo es el terreno fértil para el siguiente tramo del mercado.
Si puedes aprovecharlo o no,
depende de si eres capaz de mantener la claridad en medio del caos.