Cada día el saldo va menguando. Es imposible no sentir nada en el corazón.
No es una liquidación, ni una llamada de margen, pero cuando los números bajan poco a poco, esa sensación de impotencia duele más que con los futuros. Porque tú no has hecho nada mal, y aun así solo puedes ver cómo tus activos se derriten como el hielo.
Por supuesto que el spot también duele, solo que duele más despacio, más en silencio, más en lo profundo.
Todos intentan consolarte, pero solo tú sabes que esa sensación de “joder, ¿por qué hay menos otra vez?” es muy real.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
No me vengas con que “no pasa nada con el spot”.
Cada día el saldo va menguando.
Es imposible no sentir nada en el corazón.
No es una liquidación,
ni una llamada de margen,
pero cuando los números bajan poco a poco,
esa sensación de impotencia duele más que con los futuros.
Porque tú no has hecho nada mal,
y aun así solo puedes ver cómo tus activos se derriten como el hielo.
Por supuesto que el spot también duele,
solo que duele más despacio,
más en silencio,
más en lo profundo.
Todos intentan consolarte,
pero solo tú sabes
que esa sensación de “joder, ¿por qué hay menos otra vez?”
es muy real.