Si te enfrentas a una elección difícil, como:

¿Debería casarme con esta persona?
¿Debería aceptar este trabajo?
¿Debería comprar esta casa?
¿Debería mudarme a esta ciudad?
¿Debería hacer negocios con esta persona?

Si estás indeciso, la respuesta es "no".

La razón es: la sociedad moderna está llena de elecciones, tienes innumerables opciones. Pero una vez que tomas una decisión, estarás bloqueado a largo plazo.

Emprender puede ser diez años;
Una relación puede durar cinco años o más;
Mudarse a una ciudad puede llevar diez años, veinte años;
Estas son decisiones muy a largo plazo.

Por lo tanto, solo debes decir "sí" cuando estés realmente seguro de que no necesitas sopesar.

Si te das cuenta de que necesitas hacer una hoja de cálculo para sopesar pros y contras, mejor olvídalo.

Antes de tomar una decisión real, debes desearlo de todo corazón y sin dudarlo.