Los debates sobre la privacidad se están intensificando a medida que los legisladores de EE. UU. y partes de Europa implementan medidas agresivas dirigidas a las plataformas de contenido para adultos. Estamos hablando de cientos de millones de usuarios de teléfonos inteligentes que ahora se enfrentan a bloqueos completos de sitios o verificaciones de identificación obligatorias antes de acceder a ciertos sitios web.

Algunas regiones optaron por la prohibición total. ¿Otras? Están exigiendo sistemas de verificación de edad e identidad, básicamente obligando a las plataformas a recopilar datos personales antes de otorgar acceso. Las implicaciones para la privacidad digital y las soluciones de identidad descentralizada son bastante masivas aquí.

Ya sea que veas esto como una protección necesaria o como un exceso del gobierno, una cosa está clara: el impulso por controles más estrictos está acelerándose. Y está planteando preguntas más grandes sobre quién controla lo que accedemos en línea y cuánta información personal estamos dispuestos a entregar en el proceso.