#美国ADP就业数据表现超出市场预期 La telenovela política en Washington ha establecido un nuevo récord: esta vez el cierre ya lleva 36 días, rompiendo el récord histórico. Ambos partidos no ceden en temas de presupuesto, atención médica e inmigración, y las negociaciones están completamente estancadas. El resultado es que los mercados comenzaron a entrar en pánico, el índice de miedo VIX se disparó y la aversión al riesgo aumentó claramente.
¿El beneficiario más directo? El oro. Los bancos centrales de todo el mundo han acumulado más de 1000 toneladas de oro cada año en los últimos tres años. En este entorno de incertidumbre, el precio del oro se mantiene muy estable. Al mismo tiempo, el dólar estadounidense ha sido arrastrado por su propio gobierno: cuanto más largo sea el cierre, mayor será la duda sobre la estabilidad fiscal y política de EE. UU., lo que presiona claramente el índice del dólar y hace que los fondos fluyan hacia otras monedas y hacia el oro como refugio.
La situación en las acciones estadounidenses es un poco delicada. Al revisar datos históricos, se puede ver que el impacto a largo plazo del cierre del gobierno en el S&P 500 es en realidad muy limitado, con una rentabilidad mediana de solo 0.1%. Pero a corto plazo, el sentimiento del mercado es frágil y, desde el punto de vista técnico, hay una presión de caída de aproximadamente un 5%.
**¿Por qué se ha llegado a esto?**
En definitiva, es una lucha política que no puede vencer a las leyes económicas. El presupuesto para el año fiscal 2026 no se puede cerrar, las diferencias en atención médica y políticas de inmigración son demasiado profundas. Lo peor es que, cuando el gobierno cierra, indicadores económicos clave como los datos de empleo y el IPC dejan de publicarse, y el mercado se vuelve ciego, lo que naturalmente aumenta la volatilidad.
Las pérdidas económicas son reales: se pierden aproximadamente 150 millones de dólares cada semana, y si esto se extiende hasta el final del trimestre, el crecimiento del PIB podría caer directamente en 1 punto porcentual. Además, 800,000 empleados federales no reciben salario, los beneficios sociales se retrasan y la eficiencia del comercio y la logística también disminuyen.
**¿Cómo actuar ahora?**
La línea del oro está muy clara: la lógica de refugio está allí, la tendencia es alcista. Si hay una corrección, se puede considerar entrar en etapas, y a mediano plazo, el rango de 2150 a 2300 dólares por onza es un objetivo razonable.
Para las acciones estadounidenses, se recomienda reducir la exposición al riesgo. Si se decide invertir, mejor enfocarse en sectores defensivos: energía, consumo y las principales tecnológicas. El dólar se debilita a corto plazo, por lo que el euro y el yen podrían beneficiarse, pero la volatilidad aumentará, así que no conviene comprar en máximos.
En cuanto a los bonos, hay cierto interés: en un escenario de debilitamiento de las expectativas económicas, la inversión en bonos del Tesoro de EE. UU. empieza a tener valor. La rentabilidad a 10 años, en torno al 3.8% a 4.0%, sigue siendo atractiva.
**Enfoque racional sobre esto**
Al final, este cierre es una explosión concentrada de riesgos políticos y problemas fiscales. A corto plazo, seguramente alterará el ánimo del mercado, pero el riesgo sistémico aún parece controlable.
Lo que hay que hacer ahora es: controlar las posiciones, reducir el apalancamiento; aumentar la asignación en activos refugio como oro y bonos del gobierno; seguir de cerca los avances en las negociaciones fiscales y los cambios en la liquidez del dólar. El mercado ya ha entrado en una fase defensiva, y mantener una operación racional es más importante que apostar a un resultado específico.
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LostBetweenChains
· hace6h
金嘎嘎的,To the moon
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DevChive
· hace6h
Un oso, sé un poco más cauteloso.
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AirdropHunterZhang
· hace7h
Apostar todo en oro y hacer dinero en silencio, ¿no es una buena idea?
#美国ADP就业数据表现超出市场预期 La telenovela política en Washington ha establecido un nuevo récord: esta vez el cierre ya lleva 36 días, rompiendo el récord histórico. Ambos partidos no ceden en temas de presupuesto, atención médica e inmigración, y las negociaciones están completamente estancadas. El resultado es que los mercados comenzaron a entrar en pánico, el índice de miedo VIX se disparó y la aversión al riesgo aumentó claramente.
¿El beneficiario más directo? El oro. Los bancos centrales de todo el mundo han acumulado más de 1000 toneladas de oro cada año en los últimos tres años. En este entorno de incertidumbre, el precio del oro se mantiene muy estable. Al mismo tiempo, el dólar estadounidense ha sido arrastrado por su propio gobierno: cuanto más largo sea el cierre, mayor será la duda sobre la estabilidad fiscal y política de EE. UU., lo que presiona claramente el índice del dólar y hace que los fondos fluyan hacia otras monedas y hacia el oro como refugio.
La situación en las acciones estadounidenses es un poco delicada. Al revisar datos históricos, se puede ver que el impacto a largo plazo del cierre del gobierno en el S&P 500 es en realidad muy limitado, con una rentabilidad mediana de solo 0.1%. Pero a corto plazo, el sentimiento del mercado es frágil y, desde el punto de vista técnico, hay una presión de caída de aproximadamente un 5%.
**¿Por qué se ha llegado a esto?**
En definitiva, es una lucha política que no puede vencer a las leyes económicas. El presupuesto para el año fiscal 2026 no se puede cerrar, las diferencias en atención médica y políticas de inmigración son demasiado profundas. Lo peor es que, cuando el gobierno cierra, indicadores económicos clave como los datos de empleo y el IPC dejan de publicarse, y el mercado se vuelve ciego, lo que naturalmente aumenta la volatilidad.
Las pérdidas económicas son reales: se pierden aproximadamente 150 millones de dólares cada semana, y si esto se extiende hasta el final del trimestre, el crecimiento del PIB podría caer directamente en 1 punto porcentual. Además, 800,000 empleados federales no reciben salario, los beneficios sociales se retrasan y la eficiencia del comercio y la logística también disminuyen.
**¿Cómo actuar ahora?**
La línea del oro está muy clara: la lógica de refugio está allí, la tendencia es alcista. Si hay una corrección, se puede considerar entrar en etapas, y a mediano plazo, el rango de 2150 a 2300 dólares por onza es un objetivo razonable.
Para las acciones estadounidenses, se recomienda reducir la exposición al riesgo. Si se decide invertir, mejor enfocarse en sectores defensivos: energía, consumo y las principales tecnológicas. El dólar se debilita a corto plazo, por lo que el euro y el yen podrían beneficiarse, pero la volatilidad aumentará, así que no conviene comprar en máximos.
En cuanto a los bonos, hay cierto interés: en un escenario de debilitamiento de las expectativas económicas, la inversión en bonos del Tesoro de EE. UU. empieza a tener valor. La rentabilidad a 10 años, en torno al 3.8% a 4.0%, sigue siendo atractiva.
**Enfoque racional sobre esto**
Al final, este cierre es una explosión concentrada de riesgos políticos y problemas fiscales. A corto plazo, seguramente alterará el ánimo del mercado, pero el riesgo sistémico aún parece controlable.
Lo que hay que hacer ahora es: controlar las posiciones, reducir el apalancamiento; aumentar la asignación en activos refugio como oro y bonos del gobierno; seguir de cerca los avances en las negociaciones fiscales y los cambios en la liquidez del dólar. El mercado ya ha entrado en una fase defensiva, y mantener una operación racional es más importante que apostar a un resultado específico.