Grandes empresas tecnológicas como Amazon han estado reduciendo su plantilla últimamente, y la narrativa oficial apunta a las ganancias de eficiencia de la IA. Pero los analistas no se lo creen del todo. Resulta que podría haber otros dos factores en juego aquí que no tienen nada que ver con la inteligencia artificial tomando empleos. La verdadera historia detrás de estas reducciones de personal podría ser mucho más convencional de lo que sugiere el bombo de la IA.
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Grandes empresas tecnológicas como Amazon han estado reduciendo su plantilla últimamente, y la narrativa oficial apunta a las ganancias de eficiencia de la IA. Pero los analistas no se lo creen del todo. Resulta que podría haber otros dos factores en juego aquí que no tienen nada que ver con la inteligencia artificial tomando empleos. La verdadera historia detrás de estas reducciones de personal podría ser mucho más convencional de lo que sugiere el bombo de la IA.