Dediqué un tiempo a analizar los datos de las últimas tres fases del ciclo, y encontré una pauta bastante interesante: los picos de precio de las monedas de privacidad suelen ocurrir aproximadamente dos semanas antes o después del pico de BTC, y luego en los siguientes 9 a 15 meses, pueden caer hasta un 70% o incluso más del 90%.

Primero, hablemos de la ola de 2017. ZEC alcanzó un máximo de 955 dólares el 7 de enero de 2018, justo tres semanas después del pico de BTC. En ese momento, el RSI llegó a 87.3, con 48,000 monedas entrando en los exchanges en un solo día. Los grandes inversores vendieron aproximadamente el 35% de sus posiciones, y la proporción de inventario en los exchanges subió del 15% al 22%. La tasa de privacidad era solo del 2% al 5%, y el MACD cruzó a la baja en una semana. ¿El resultado? Nueve meses después, ZEC cayó a 49 dólares, una caída del 95%.

Luego, en la caída del 10 de mayo de 2021, ZEC alcanzó los 367 dólares, anticipándose en medio año al pico de BTC. En ese momento, el RSI era 88.1, con una entrada neta de 22,000 monedas en los exchanges en cinco días. Los grandes inversores vendieron el 18% de sus posiciones, la proporción en exchanges subió del 14% al 19%, la tasa de privacidad aumentó al 10%, y el MACD cruzó a la baja en nueve días. ¿Qué pasó después? En catorce meses, ZEC cayó a 28 dólares, una caída del 92%.

Hay varias características comunes en estas dos fases: después de que el RSI supera los 85, cae continuamente por debajo de 70; el dinero se acumula en los exchanges, con los minoristas claramente en la posición de comprador; los grandes inversores venden entre el 10% y el 35% en los picos; y las medias móviles de 50 y 200 días cruzan a la baja tras unos 30-40 días.

En resumen, estas señales en las monedas de privacidad durante el final de un mercado alcista suelen ser bastante precisas.