Cada vez que Jim Cramer sale alcista sobre algo que estoy holdando, tengo esta sensación exacta. Sabes cuál – esa mezcla de temor e incredulidad que te inunda.

¿En serio? ¿ESTE es el tipo que está respaldando mi posición en este momento? El universo tiene un sentido del humor retorcido. Cuando él comienza a alabar una acción o criptomoneda en mi cartera, es básicamente una alarma roja parpadeante.

Parte de mí quiere creer que tal vez esta vez sea diferente. Pero seamos sinceros: su historial habla más alto que la esperanza. La maldición de Cramer es real, y solo estoy aquí preguntándome si debería cortar mis pérdidas antes de que lo inevitable suceda.