Las medidas proteccionistas de la administración actual están inflando artificialmente los gastos operativos para sectores que ya han logrado adaptarse con éxito a la transición hacia la integración global. Las industrias han dedicado años a construir cadenas de suministro transfronterizas y asociaciones internacionales—ahora se ven obligadas a reestructurarse a un costo significativo. Para las empresas de criptomonedas y Web3 que operan a nivel mundial, esto crea una paradoja interesante: mientras la blockchain prospera con una infraestructura sin fronteras, las barreras económicas tradicionales están resurgiendo. La pregunta es si los sistemas descentralizados pueden realmente aislarse de estos cambios políticos, o si incluso nuestra industria sentirá los efectos en cadena.