¿Recuerdas cuando nos vendieron la ilusión de una internet abierta? Avancemos a la actualidad: estamos atrapados en un laberinto de pantallas de inicio de sesión, rompecabezas CAPTCHA y formularios de KYC interminables que exigen prueba de quiénes somos.
Cada paso en línea se siente como un punto de control. Envía tu identificación aquí. Verifica tu teléfono allá. Demuestra que eres humano otra vez. ¿La ironía? Esta web "abierta" se convirtió en un jardín cerrado controlado por guardianes que obtienen beneficios de nuestros datos.
Web3 se suponía que iba a solucionar esto: protocolos descentralizados, identidad soberana, sin intermediarios. Sin embargo, incluso en el cripto, los intercambios piden documentos. Las dApps requieren conexiones de billeteras que filtran metadatos. ¿Estamos simplemente intercambiando un modelo de vigilancia por otro?
Quizá la verdadera libertad digital no dependa de la tecnología, sino de si estamos dispuestos a recuperar el control.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
8 me gusta
Recompensa
8
5
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
quietly_staking
· hace11h
¿Alguna vez volveremos a ver una internet verdaderamente abierta...?
Ver originalesResponder0
DataChief
· hace11h
La privacidad ya es una broma.
Ver originalesResponder0
JustHereForMemes
· hace11h
fr Acabamos de pasar de la cárcel corporativa a la cárcel web3, jaja
Ver originalesResponder0
rekt_but_resilient
· hace11h
Desgarrar la máscara de la regulación capitalista de la revolución
Ver originalesResponder0
FreeRider
· hace11h
Estoy frustrado, todavía me controlaron o dominaron.
¿Recuerdas cuando nos vendieron la ilusión de una internet abierta? Avancemos a la actualidad: estamos atrapados en un laberinto de pantallas de inicio de sesión, rompecabezas CAPTCHA y formularios de KYC interminables que exigen prueba de quiénes somos.
Cada paso en línea se siente como un punto de control. Envía tu identificación aquí. Verifica tu teléfono allá. Demuestra que eres humano otra vez. ¿La ironía? Esta web "abierta" se convirtió en un jardín cerrado controlado por guardianes que obtienen beneficios de nuestros datos.
Web3 se suponía que iba a solucionar esto: protocolos descentralizados, identidad soberana, sin intermediarios. Sin embargo, incluso en el cripto, los intercambios piden documentos. Las dApps requieren conexiones de billeteras que filtran metadatos. ¿Estamos simplemente intercambiando un modelo de vigilancia por otro?
Quizá la verdadera libertad digital no dependa de la tecnología, sino de si estamos dispuestos a recuperar el control.