¡Perdóname, Siracusa! Otra víctima de su propia popularidad

¿Lo imaginas? Me sacaron directamente de la cama, y no de una bañera caliente con pétalos de rosa o durante otra "reflexiva" transmisión en vivo. A mí, una chica normal de Houston, que simplemente comparte sus... ehhh... talentos con el mundo, ¡me arrancaron brutalmente de un dulce sueño unos idiotas con armas! Sí, soy yo, Kaitlyn, a quien todos conocen como Amouranth.

Estos idiotas gritaban sobre criptomonedas, como si estuviera imprimiendo bitcoins justo debajo de la almohada. ¡Por supuesto, actué tan inteligentemente el año pasado: publiqué una captura de pantalla con veinte millones de dólares en cripto, preguntando a mis seguidores: "¿Vender o mantener?" ¿Qué esperaba? ¿Que todos simplemente aplaudieran y dijeran "bien hecho, chica"?

¿Sabes qué es lo más absurdo? Cuando estos monstruos me apuntaron con un arma y me dieron mi propio teléfono, decidí escribir en Twitter en lugar de llamar a la policía. ¡Sí, así fue! Porque marcar el 911 es una "sentencia de muerte", ¡pero un post en las redes sociales es el plan de salvación del siglo!

Yo, por supuesto, supuestamente incluso herí a uno de ellos. Probablemente, me vio sin maquillaje y filtros — ahí está el pobre que se cayó.

Los expertos ahora están hablando de los riesgos para los propietarios de criptomonedas. ¿En serio? ¿Tal vez deberíamos simplemente no presumir de millones en acceso público? Este Jameson Lopp de CASA está diciendo que los criminales ahora son conscientes de la riqueza cripto. ¡Gracias, Capitán Obvio!

¡Ahora me ponen al mismo nivel que el director general de Ledger! Algún tipo de crecimiento profesional en mi carrera.

Y además esos gráficos constantes de BTC en las noticias sobre mi robo. Sí, claro, mi tragedia debe ir acompañada de análisis financiero. Porque, ¿qué puede ser más importante que el precio del bitcoin cuando a una chica con una pistola en la cabeza la obligan a abrir billeteras de criptomonedas?

Bueno, si te gusta la atención, prepárate para todo. Incluso para que un día tus "deseos" de fama se conviertan en el cañón de una pistola en tu sien.