Jamie Dimon, este CEO siempre tan crítico con las criptomonedas, acaba de golpear de nuevo. Y, francamente, ¡estoy cansado de sus discursos anticuados! En una declaración reciente, se atrevió a decir que nuestro gobierno no debería acumular reservas en Bitcoin. Para él, es mejor acumular "armas, balas, tanques, aviones y tierras raras."
¡Me parece alucinante! Ahí está un tipo al frente de uno de los bancos más grandes del mundo que sigue viviendo en el siglo pasado. ¡Claro que quiere que nos mantengamos en los recursos tradicionales - eso sirve a su negocio!
Cuando escucho sus consejos, no puedo evitar pensar que simplemente tiene miedo. Miedo de que Bitcoin amenace el sistema del cual se beneficia desde hace décadas. Prefiere, por supuesto, que apostemos todo por armas en lugar de por una tecnología que podría hacer obsoletas a instituciones como la suya.
Sus opiniones pesan, lamentablemente, mucho en los círculos financieros y políticos. Me vuelve loco ver cómo esos dinosaurios de las finanzas tradicionales se niegan a admitir la realidad: mientras se aferran a sus viejos modelos, ¡algunos países ya están explorando Bitcoin como reserva estratégica!
Esta visión reaviva el debate entre criptomonedas y activos tradicionales. Por un lado, aquellos que comprenden que las criptomonedas ofrecen una independencia financiera. Por otro, los Dimon de este mundo que prefieren aferrarse a su visión obsoleta del mundo, insistiendo en la volatilidad de las criptos.
Tengo muchas ganas de preguntarle qué dirá dentro de diez años, cuando los países que hayan acumulado reservas en Bitcoin estén en una posición de fuerza.
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El CEO de JPMorgan rechaza la idea de que Estados Unidos debería almacenar Bitcoin
Jamie Dimon, este CEO siempre tan crítico con las criptomonedas, acaba de golpear de nuevo. Y, francamente, ¡estoy cansado de sus discursos anticuados! En una declaración reciente, se atrevió a decir que nuestro gobierno no debería acumular reservas en Bitcoin. Para él, es mejor acumular "armas, balas, tanques, aviones y tierras raras."
¡Me parece alucinante! Ahí está un tipo al frente de uno de los bancos más grandes del mundo que sigue viviendo en el siglo pasado. ¡Claro que quiere que nos mantengamos en los recursos tradicionales - eso sirve a su negocio!
Cuando escucho sus consejos, no puedo evitar pensar que simplemente tiene miedo. Miedo de que Bitcoin amenace el sistema del cual se beneficia desde hace décadas. Prefiere, por supuesto, que apostemos todo por armas en lugar de por una tecnología que podría hacer obsoletas a instituciones como la suya.
Sus opiniones pesan, lamentablemente, mucho en los círculos financieros y políticos. Me vuelve loco ver cómo esos dinosaurios de las finanzas tradicionales se niegan a admitir la realidad: mientras se aferran a sus viejos modelos, ¡algunos países ya están explorando Bitcoin como reserva estratégica!
"Deberíamos almacenar armas, balas, tanques, aviones, drones, tierras raras," tuiteó. ¿En serio? ¿En plena revolución digital?
Esta visión reaviva el debate entre criptomonedas y activos tradicionales. Por un lado, aquellos que comprenden que las criptomonedas ofrecen una independencia financiera. Por otro, los Dimon de este mundo que prefieren aferrarse a su visión obsoleta del mundo, insistiendo en la volatilidad de las criptos.
Tengo muchas ganas de preguntarle qué dirá dentro de diez años, cuando los países que hayan acumulado reservas en Bitcoin estén en una posición de fuerza.
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